Si denuncias maltrato, no estás sola. Así funciona el protocolo

Cuando una mujer da el paso de denunciar una situación de maltrato, ante todo, tiene que sentirse acompañada y segura al mismo tiempo. Y casi siempre, eso es lo que más cuesta superar para decidirse a dar a conocer su caso. Sin embargo, una vez descolgado y marcado el 016 ó el 900 504 405, van a ser muchas las personas que van a estar con la mujer afectada para ayudarle a salir de su situación: abogados, psicólogos, policías, asociaciones... Todo un mecanismo de protección que, en muchos casos, puede salvar vidas, aunque nunca se debe bajar la guardia. 1.518 mujeres tienen medidas de protección activas en Aragón. Y esas medidas son posibles gracias a la denuncia. 

Una vez marquemos el teléfono de ayuda y escuchen nuestro caso, lo primer que se moviliza son las fuerzas de seguridad, así como una trabajadora social y ayuda médica si es necesario. Un mecanismo en el que ha profundizado este domingo el programa Objetivo, de Aragón TV.  La portavoz de la Policía Nacional, Beatriz Gambón, recuerda la labor de sus Unidades de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM): "los compañeros se ponen en marcha, les acompañan a los juzgados y les ofrecen todos los recursos que están en su mano, recursos sociales, policiales y judiciales".  También les proporcionan un abogado para transmitir al juez el máximo de información posible.

En este aspecto, la portavoz de la Asociación Somos Más, Natalia Morlas, recuerda algunos aspectos para poner una buena denuncia: "tener claras las fechas, llevar pruebas, si has podido conseguir grabaciones, partes médicos, tú o tus hijos si has grabado al maltratador...". No siempre es fácil, especialmente en lugares como el medio rural, donde todo el mundo se conoce. El cabo primero José Luis, jefe del equipo de mujer y menor de la Guardia Civil, explica: "disponemos de vehículos sin rotular y podemos ir de paisano, acompañamos a la víctima si tiene que ir a la sede judicial...". E insiste: "no hay que esperar a que se cometa un hecho grave para poner una denuncia".

También es importante que una mujer sin recursos para abandonar el hogar no se sienta desamparada. Aquí entra en escena el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), que gestiona diferentes recursos habitacionales donde pueden estar con sus hijos en un espacio seguro y acompañadas por psicólogas, trabajadoras sociales, recuerda su directora María Goikoetxea. Además, cuentan con una asesoría laboral para acceder a bolsas de empleo y formación laboral. Ayuntamientos como el de Zaragoza también contribuyen a esta tarea. En su caso, dispone de una bolsa de pisos entre sus servicios para aquellas mujeres que lo necesiten.

Pero a pesar de todos estos mecanismos de protección, reconocen que no se debe bajar la guardia, sino al revés. Natalia Morlas explica que "una orden de alejamiento es una hoja de papel y no sirve para nada. No para las balas, ni los cuchillos, ni los golpes. Se deben de pensar que con el papel vamos protegidas por la calle, como en una burbuja y no es así". Además, explica María Goikoetxea, una vez que la mujer ha dado el paso de denunciar, el peligro puede aumentar: "los agresores al no tener el control total sobre sus víctimas, es cuando aplican una violencia mucho más brutal, atroz y mucho más contundente". Recuerda que siguen existiendo formas de machismo que no se consideran como tal, como el control de las redes sociales, roles tóxicos en la pareja, o los mitos del amor romántico.

*016 y 900 504 405. Teléfonos de atención a víctimas de violencia de género en Aragón. Son gratuitos y no dejan rastro en la factura telefónica, pero sí en el historial de llamadas de teléfonos móviles y fijos.