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SEMANA DEL EMPRENDIMIENTO. DÍA 3

"Se puede vivir gestionando redes sociales en un pueblo de Teruel de 350 habitantes"

Olivia Peris es una emprendedora de 43 años, hace siete regresó a Valjunquera, su pueblo, donde hoy crecen sus hijos y una empresa vinculada a internet

LOURDES SAAVEDRA /
icono foto Olivia Peris, en su despacho.

Olivia Peris sabe muy bien que la vida no viene con un libro de instrucciones y mucho menos con una hoja de ruta. Hace siete años, su padre falleció y ella regresó al pueblo una temporada para apoyar a su madre, un tiempo que se fue dilatando hasta convertirse en años y que trajo consigo un cambio radical de vida. A partir de ahí, decidió emprender y crear su propia empresa de gestión de redes sociales por y para el mundo rural.

Esta estilista de profesión y psicóloga de formación apostó por un horizonte nuevo en Valjunquera, una pequeña localidad turolense del Bajo Aragón. "Tenía que reinventarme porque mi profesión de estilista y mi formación como psicóloga no daban para mucho en un pueblo de 350 habitantes", destaca Olivia, quien añade además que, mientras pensaba a qué dedicarse surgió "la oportunidad perfecta". "Hice un curso intensivo de marketing y comunicación, era algo que me gustaba y que hizo que se me encendiera la bombilla", explica.


"Realicé un estudio de mercado y descubrí que había muchas posibilidades en el Bajo Aragón y el Matarraña" 


El siguiente paso de Olivia fue realizar un estudio de mercado en la zona. Las comarcas del Bajo Aragón y del Matarraña fueron su radio de acción. Entonces descubrió que "había mercado y posibilidades".

"Mis clientes potenciales eran ayuntamientos, comarcas, asociaciones y empresas, así que empecé por el Ayuntamiento de mi propio pueblo. Les ofrecí crear una web y dotarla de contenido, además de difundir por redes sociales todo lo que se hacia desde el consistorio". El Ayuntamiento de Valjunquera aceptó la propuesta y "ese fue mi escaparate perfecto"

3 ideas contadas

No había vuelta atrás, nacía así un nuevo negocio rural con el sello femenino, llamado 3 ideas contadas.

"Decidí que para darme a conocer cada semana iba a contar tres cosas especiales que había en mi zona ¡Y menudo éxito!". La iniciativa funcionó tan bien que es el nombre que puse a mi empresa", señala Olivia.

Algunos de los objetivos principales de su proyecto son: aumentar la imagen de marca, hacer las empresas de la zona más visibles o atraer nuevos clientes. Además, esta emprendedora de 43 años reseña que uno de las cosas que más le gustan de su día a día es "dar voz a esas empresas rurales que en muchos casos no podrían hacerlo por sí mismas". Principalmente, lo hace a través de Facebook e Instagram


"Una de las cosas que más me gustan de mi trabajo es dar voz a empresas rurales que no podrían promocionarse por sí mismas" 


Al preguntarle si echa de menos el trabajo en equipo, Olivia responde tajante, "no, aquí trabajo en equipo. Tengo sinergias con otras mujeres rurales que están emprendiendo y donde no llega una va la otra. Es genial". 

Lo que a Olivia le gusta menos es depender a diario del coche, un elemento fundamental en su día a día: "Hago muchos kilómetros, es uno de los hándicap que hay al trabajar en el medio rural, debes visitar a tus clientes y vas siempre sobre cuatro ruedas". Otro de los aspectos claves para esta emprendedora es su propia oficina, "tengo mi oficina en casa, es la típica casa de pueblo y en la primera planta me he montado un despacho. Es muy 'cuqui' y aquí tengo mi mundillo", afirma entre risas Olivia. 

La clave del éxito: idea + adaptación

"Al emprender no te explican las dificultades que encuentras en el camino y te amparas en la ilusión y el trabajo para desarrollar todo, pero a base de mucho esfuerzo", asegura Olivia. "Imagínate, aquí hasta hace un año no tenía ni fibra óptica y mi negocio se basa en internet...".

Para esta emprendedora, la clave para afrontar los problemas y salir adelante "es tener una buena idea y adaptarla al medio en el que vas a desarrollarla". "En mi caso no necesitaba grandes inversiones, por lo que para mí, además, es rentable y puedo vivir de ello, además me permite conciliar a la perfección", asegura. 


"Poder emprender, crear desde cero un proyecto, ha sido una pasada... Y sobre todo, ver a tus hijos felices y poder ayudar a tu madre" 


Oliva tiene dos hijos de 9 y 12 años y una madre con problemas de salud, por lo que su empresa en el mundo rural y su flexibilidad de horarios le permiten cuidar de ellos: "Reconozco que me encantaba vivir en Zaragoza, donde estuve 18 años, y a veces me escapo los fines de semana, pero las circunstancias de la vida te llevan". 

Al poner todo en una balanza, tiene claro que pesa más el pueblo y el emprendimiento: "Poder emprender, crear desde cero un proyecto, ha sido una pasada... Además para mí, que venía de otro sector". Olivia ensalza "la ilusión con la que empiezas, buscar el nombre, tener la idea, hacerlo realidad, compatibilizarlo con tu vida personal, tener tiempo para los amigos y el deporte... Y sobre todo, ver a tus hijos felices y ayudar a tu madre".

Esta emprendedora termina la entrevista tal y como empieza las charlas que da en los institutos para motivar a los jóvenes a emprender: "Me siento súper realizada y creo que tengo uno de los trabajos más guays del mundo"