Tres meses después del inicio de la erupción, el final podría estar cerca

Este domingo se cumplen tres meses del comienzo de la erupción del volcán de La Palma y la situación es muy diferente a ese 19 de septiembre. El Cumbre Vieja sigue prácticamente parado, y de continuar así podría confirmarse su final en unos días, quizá en torno a la Navidad. Sería la mejor de las noticia para los palmeros, que saben que ahora les toca otro momento especialmente duro: reconstruir los sueños rotos.

Roselio González, uno de los damnificados, fue también una de las primeras personas en perder su casa, tras ser engullida por la lava y la ceniza. "No es que tampoco esté bien, pero lo que no puedo es hundirme. Tenemos que coger y seguir adelante, y si toca empezar de cero, empezamos", destaca Roselio. En la misma situación que este vecino de La Palma hay otras 7.000 personas, que abandonaron sus hogares en septiembre sin tener un futuro en el horizonte.

Víctor Manuel Bonilla contempla con desazón desde el mar las plataneras que las coladas le han arrebatado. Este agricultor asume que le tocará "hacer las maletas". "A corto plazo, la ruina completa. A largo plazo, pues, posiblemente tendré que buscar otra cosa en otra isla. Yo tengo que salvar a mi familia y tengo que llevar un plato de comida todos los días a casa", apunta Víctor Manuel.

Los profesionales creen que "hay que respetar el tiempo de cada uno para sumir la tragedia". Así lo señala la psicóloga Estefanía Martín: "Si la vecina de al lado ya está buscando un terreno e intentando empezar de cero, a lo mejor tu estás en otra etapa de ese duelo". Ahora, algunos palmeros son escépticos y otros confían en que esta semana sea el final de la pesadilla.