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ANIVERSARIO 17-A

Se cumplen cinco años de los atentados en Barcelona y Cambrils, en los que murió una aragonesa

Entre los dos ataques, que se produjeron en agosto de 2017, fallecieron 16 personas

ARAGÓN NOTICIAS /
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Los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona) en los que fallecieron 16 personas, una de ellas aragonesa, cumplen cinco años este miércoles. El caso ya ha sido juzgado en la Audiencia Nacional, con una sentencia que en 2021 condenó a tres miembros de la célula yihadista que los organizó. La sentencia del caso reconoce a 350 víctimas de los hechos por heridas físicas o daños psicológicos, pero a día de hoy la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (Uavat) todavía no ha logrado contactar con unas 250 de ellas para comunicarles que la sentencia les ha reconocido.

La mujer fallecida en el atropello del paseo Marítimo de Cambrils era la aragonesa Ana María Suárez, de 61 años y residente en Zaragoza. Como consecuencia del ataque, registrado en la madrugada del jueves al viernes, la mujer falleció el viernes en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, mientras que su marido y hermana, que le acompañaban en el paseo, resultaron heridos de gravedad y fueron ingresados en la UCI en centros hospitalarios de la provincia tarraconense.

650 metros de terror en Barcelona 

Younes Abouyaaqoub, un joven de 22 años y vecino de Ripoll (Gerona), fue quien causó el terror en Barcelona cuando hacia las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017 embistió con una furgoneta a decenas de personas que paseaban por las Ramblas, en un recorrido de 650 metros entre plaza de Cataluña y el mosaico de Miró frente al Liceu, en el que mató a 13 personas y lesionó a más de un centenar, una de las cuales murió semanas después en el hospital.

El joven terrorista abandonó la furgoneta, huyó a pie por el mercado de la Boquería y cruzó andando Barcelona hasta la zona universitaria, donde a las 18:15 horas abordó a un joven que iba a aparcar su coche, le mató a puñaladas, lo colocó en los asientos traseros y logró escapar de un control de los Mossos en la salida de la capital catalana por la Diagonal.

Posteriormente, hacia las tres de la madrugada, cinco terroristas arrollaron con un turismo a varias personas en Cambrils -causando la muerte de la aragonesa y media decena de heridos- y emprendieron una fuga a pie por el paseo marítimo, mostrando chalecos con explosivos que resultaron ser simulados, hasta que fueron abatidos, cuatro de ellos por un mismo mosso. Tras cuatro días de fuga, los Mossos localizaron finalmente, gracias a la colaboración ciudadana, a Abuyaaqoub escondido en un viñedo de Subirats (Barcelona) y lo abatieron cuando gritaba "Alá es grande" y se abría la camisa para mostrar un cinturón que parecía llevar cargas explosivas, aunque resultó ser falso. 

Los terroristas habían tenido que improvisar y actuar a la desesperada después de la explosión, la noche antes, de la casa de Alcanar (Tarragona) donde preparaban explosivos, en la que murió el imán Abdelbaki Es Satty, que había captado y radicalizado a los miembros de la célula.

La sentencia

El juicio se alargó durante 32 sesiones entre noviembre de 2020 y febrero de 2021: la sentencia de la Audiencia Nacional impuso penas de 53, 46 y 8 años de cárcel a Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza, pero después de un recurso rebajó las condenas más altas en 10 años cada una, habiendo ya fijado un límite máximo de cumplimiento de 20 años de prisión. Ninguno de ellos ha sido condenado por los 16 asesinatos en La Rambla de Barcelona y el paseo marítimo de Cambrils -que cometieron otros miembros de la cédula que murieron durante los ataques y en la explosión de Alcanar (Tarragona) el día antes de los atentados- a pesar de que lo pidieron las acusaciones particulares y populares, porque el tribunal considera que no participaron ni estaban al corriente de estos ataques.

Chemlal y Oukabir fueron condenados por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos de carácter terrorista, y estragos en tentativa de carácter terrorista, además de 29 delitos de lesiones por imprudencia grave. La rebaja de las penas responde a que el tribunal consideró que Houli Chemlal y Oukabir no tenían una verdadera intención de matar con la segunda explosión de la casa de Alcanar.