Santiago Ramón y Cajal: el Nobel de Medicina que quiso ser artista

Según sus memorias, de joven quiso ser pintor. Para evitarlo, su padre le buscó un puesto como aprendiz de zapatero en la localidad oscense de Ayerbe. Años después, su pericia le sirvió para ilustrar los mecanismos biológicos responsables de la actividad mental humana. Este domingo, 1 de mayo, se cumple el 170 aniversario del nacimiento de Santiago Ramón y Cajal, el Nobel de Medicina que quiso ser artista.

"Las dos actividades esenciales que desarrolló fueron los dibujos neurológicos y la fotografía", explica Concha Lomba, directora del Instituto de Patrimonio y Humanidades y catedrática de Historia del Arte. "De adulto le interesaba mucho más esta última disciplina que esas pinturas a las que se refería de joven en sus diarios. No solo le seducía la fotografía desde el punto de vista científico, también a nivel artístico", indica la experta. Entre las imágenes que capturaba se encuentran paisajes, elementos naturales o retratos. "Si algo caracteriza a todos los investigadores, de unas disciplinas o de otras, es la curiosidad. Por lo tanto, los experimentos y las novedades que surgían a nivel técnico-artístico, como fue la fotografía, le generaban un enorme interés", apunta.

Proximidad al surrealismo

Aunque fueron concebidos para ilustrar la microorganización del sistema nervioso, para la catedrática de Historia del Arte en los dibujos de Ramón y Cajal "existe una gran proximidad a los mayores surrealistas del mundo". "En la Universidad  de Zaragoza se conserva un álbum con esas grandes ilustraciones científicas", añade.

"Los usaba para explicar a sus alumnos los sistemas neurológicos -como una especie de cartografía de las conexiones neuronales y las rutas que siguen los impulsos nerviosos a través de ellas- desde el punto de vista de la ciencia. Pero, al tener ese faceta creadora desde joven, estos están tratados con mayor mimo y visión artística", explica Lomba. A lo largo de su vida, el Nobel de Medicina realizó más de un centenar de estas representaciones, algunas de ellas actualmente en manos de coleccionistas privados, cuyo tamaño oscilaba entre el de un folio hasta el de un A3.

Exposiciones

Hasta el próximo 5 de junio, el museo Pablo Gargallo de Zaragoza acoge la exposición 'Cajal 2022. Una visión artística', con obras de nueve creadores internacionales que se sumergen la figura del científico, uno de los más relevantes de la historia y cuya vida está estrechamente relacionada con Aragón.

El pasado enero, los reyes de España inauguraron en el museo Belvedere, en Viena, la exposición 'Dalí-Freud. Una obsesión', una muestra que explora, a través de un centenar de piezas, la admiración del pintor por el padre del psicoanálisis y en la que también participa Cajal a través de alguno de sus dibujos. 

En 2015, la exposición temporal 'Fisiología de los sueños', en el edificio Paraninfo de la capital aragonesa, acompañó a sus visitantes en un recorrido que partía de los dibujos histológicos del Santiago Ramón y Cajal y atravesaba las obras de artistas vinculados con el movimiento surrealista nacional e internacional, estableciendo así un paralelismo visual entre las formas analizadas a través del microscopio científico y el imaginario surrealista, muy próximo al mundo onírico.