Publicidad
SUCESOS

Sanidad estudia mejorar la seguridad de los profesionales sanitarias tras la última agresión

Según datos de los colegios profesionales, en 2021 se formalizaron cuatro denuncias a médicos y nueve a enfermeros

ARAGÓN NOTICIAS / EFE /
Imagen del centro de salud de Univérsitas, tras la agresión sufrida el pasado viernes. / Aragón Noticias
icono foto Imagen del centro de salud de Univérsitas, tras la agresión sufrida el pasado viernes. / Aragón Noticias

Sanidad está analizando la situación en el centro de salud Univérsitas tras la agresión sufrida, el pasado viernes, por tres sanitarios del centro y estudia mejorar la seguridad de los profesionales sanitarios. En este ambulatorio ha habido dos agresiones graves en los últimos cuatro años. En 2018, una facultativa fue retenida y agredida en una atención domiciliaria y en 2019, otro médico fue apuñalado por un paciente. Según los colegios de médicos y de enfermería de Zaragoza, en 2021 se formalizaron cuatro denuncias a médicos y nueve a enfermeros.

En la manifestación celebrada este domingo para exigir más recursos para la Atención Primaria, también participaron médicos y enfermeros del centro de salud Univérsitas de Zaragoza en el que el pasado viernes un padre agredió a tres sanitarios y destrozó una sala al no poder estar con su hijo en una analítica.

Pilar Astier, médico de familia de este centro de salud, explicó durante la protesta que el hombre no aceptó las indicaciones para que se quedara fuera porque era una sala pequeña y fue entonces cuando se mostró agresivo y empezó a tirar cosas y dar patadas. Según relató, actuó contra los objetos y, al tratar de reducirlo los sanitarios fue cuando tiró una mesa y las muestras de sangre y cuando al tratar de defenderse produjo las lesiones a los tres, un esguince de tobillo, otro de muñeca y mordiscos a un enfermero en una pierna. Finalmente le pusieron medicación intranasal y se fue tranquilizando hasta que llegó la policía, lo inmovilizó y lo detuvo.

Astier destacó que el botón de alarma del centro "funcionó correctamente" y que aunque es la tercera agresión vivida en el mismo, con otras dos en 2018 y 2019, "la población no es violenta" y son hechos aislados porque trabajan 18 médicos de familia que atienden a casi 50 pacientes diarios cada uno, unas 700 personas diarias en su conjunto, "y para nada la zona básica es más o menos conflictiva". Aseguró también que trabajarán para tratar de ser "proactivos y evitar estas situaciones"