La tragedia de la riada de Biescas cumple 25 años

La tragedia ocurrida en Biescas (Huesca) cumple este sábado 25 años. Un cuarto de siglo desde que una impresionante tromba de agua acabase con la vida de 87 personas, entre ellas 27 niños, en el camping Las Nieves, ubicado el cono de deyección del barranco de Arás. Una catástrofe que permanece en la memoria de esta localidad pirenaica, que sigue intentando pasar página 25 años después. Este año, no se ha previsto ningún acto de homenaje desde el Ayuntamiento, aunque se prevé que espontáneamente se puedan acercar familiares, vecinos y otras personas a recordar a las víctimas en el monumento levantado en su memoria.

A media tarde de un 7 de agosto de 1996, una fuerte tormenta con abundante granizo provocó el desbordamiento del río Arás, que destruyó a su paso puentes y presas de contención, a la vez que arrancaba árboles y rocas. El agua se abrió paso por el barranco con una violencia brutal, arrasando el camping Las Nieves y llevándose consigo todo lo que encontraba por delante. 

"Ha venido una riada. Hemos visto bajar a las caravanas y salían disparadas", contaba un superviviente. "Yo he sacado cuatro cuerpos, tres señoras y un joven", explicaba otro sobre las tareas de rescate. "De mi familia, de momento, hay cuatro perdidos. Dos chicas pequeñas, una de tres años, otra de 12, un hijo mío y la nuera", lamentaba otro de los asistentes en el lugar.

La riada fue considerada como la mayor catástrofe natural de los últimos tiempos en España y dejó alrededor de 200 personas heridas, que fueron atendidas por los vecinos de Biescas. "Se les vistió y se les atendió en lo que se pudo, pero la gente no se conformó con que les diéramos un vaso de leche. Querían a sus hijos, querían a sus padres. Fue algo horrible, pero el pueblo hizo todo lo que pudo", contaba uno de las personas que socorrieron a los heridos. 

Diez años antes de la tragedia, un informe elaborado por un técnico del Gobierno aragonés, Emilio Pérez Bujarrabal, se oponía a la ocupación del terreno donde se asentaba el camping, el cono de deyección del barranco de Arás, debido al riesgo que suponía su ubicación en una zona inundable. 

Este informe impulsó un largo proceso judicial que se prolongó por espacio de una década. Esta duración acabaría dejando fuera a algunas de las familias de las indemnizaciones finalmente impuestas por vía civil a las administraciones responsables, Confederación Hidrográfica del Ebro y Gobierno de Aragón, por un importe global de algo más de 11 millones de euros. En julio de 2000, la Audiencia de Huesca archivó la causa penal y descartó la imputación de responsables de ambas instituciones tras considerar que la tragedia era "imprevisible".

Algunas familias decidieron abrir entonces la vía civil a través de la Audiencia Nacional que acabaría dictaminando la responsabilidad de las dos administraciones. Esta resolución aún tardó cinco años más, y el pago de las indemnizaciones otros dos. Hace cinco años, con motivo del vigésimo aniversario, la localidad de Biescas rindió un sentido homenaje con la inauguración, en el lugar de la tragedia, del Parque Memorial del Camping Las Nieves, presidido por una escultura de piedra ante la cual se ubican tres monolitos con los nombres de los 87 fallecidos, un espacio de recogimiento en el que siempre hay flores.