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DELITOS

Robos en el campo: un problema para el medio rural aragonés que deja 319 infracciones en el primer semestre

En la Comunidad se han contabilizado 4.832 infracciones penales de este tipo desde 2015. De las tres provincias, la más afectada es la de Zaragoza

L. B. /
La maquinaria y los accesorios tecnológicos son el principal reclamo para los ladrones. / Pixabay
icono foto La maquinaria y los accesorios tecnológicos son el principal reclamo para los ladrones. / Pixabay

Los agricultores y ganaderos aragoneses han sido víctimas de 319 infracciones penales por sustracciones en sus explotaciones en el primer semestre de 2022, una cifra que, de mantener la tendencia, superaría en diciembre el número registrado a lo largo del pasado ejercicio. Según los datos del Ministerio del Interior, en la Comunidad se denunciaron en 2021 un total de 553 de estos delitos, que constituyen uno de los principales quebraderos de cabeza para quienes habitan en el medio rural. Este recuento, recogido por el Sistema Estadístico de Criminalidad elaborado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluye hurtos, hurtos en interior de vehículos, robos con fuerza en las cosas, robos en el interior de un vehículo y robos con violencia o intimidación.

El peor dato de los últimos años fue el registrado en 2015, cuando se denunciaron en Aragón 954 sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas. Desde entonces, en la Comunidad se han contabilizado 4.832 infracciones penales relacionadas con esta problemática. A partir de ese ejercicio, las cifras han ido descendiendo hasta marcar su mínimo en 2020, con 428 (119 en Huesca, 36 en Teruel y 287 en Zaragoza). Un dato históricamente bajo que podría estar motivado en parte por las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia. 

La maquinaria y los accesorios tecnológicos como reclamo

De las tres provincias aragonesas, la más afectada es la de Zaragoza, cuya peor cifra se alcanzó en 2015, con más de medio millar de estos delitos. Desde enero y hasta el pasado mes de junio se han interpuesto 171 denuncias en la provincia. En la de Teruel, durante el mismo periodo, se han registrado 29 sustracciones.

En la provincia de Huesca, en los primeros seis meses del año ya han sufrido el mismo número de infracciones que en todo el 2020, con 119 en total. La maquinaria y los accesorios tecnológicos son el principal reclamo para los ladrones. Por eso, el sindicato agrario Asaja ha animado recientemente a sus socios en un comunicado a denunciar los robos que pudieran sufrir "por pequeños que sean". "Sabemos que es costoso y por eso pedimos unos trámites burocráticos ágiles", indica Fernando Luna, presidente del sindicato agrario en Huesca.

Además, también reclaman un registro "oficial y veraz" que permita contabilizar el número de sustracciones y su cuantía para poder hacer frente de manera más efectiva a los ladrones, y piden la colaboración ciudadana para ayudar a prevenir estos delitos: "Que nos informen de cualquier movimiento extraño que detecten en el campo para que podamos dar aviso". En esta lucha contra los amigos de lo ajeno, el presidente de Asaja Huesca también destaca la disposición y la colaboración con los miembros de la Guardia Civil: "Estamos en contacto directo con todos los puestos de comandancia de la provincia de Huesca".

"Uno de los consejos que les damos a nuestros socios es que agrupen la maquinaria durante las campañas de siembra y cosecha, en las que suelen sucederse más estas sustracciones, y avisen de en qué parcela se encuentran para que podamos informar a la Guardia Civil", recomienda Luna.

Cámaras de vigilancia como medida disuasoria

"Muchas veces, la cuantía económica de lo robado es menor que la de los daños que provocan al entrar", explica Felipe Vinué, agricultor y ganadero de la zona de Ejea de los Caballeros. A él, la experiencia le ha enseñado que lo mejor es no dejar nada que resulte fácilmente transportable al alcance de los ladrones: "Ya sabemos que las cosas pequeñas -como motosierras u otras herramientas- es mejor guardarlas en casa", apunta Vinué.

Tras sufrir varios robos consecutivos, Vinué apostó por incorporar en algunas de sus fincas un sistema de seguridad con cámaras de vigilancia, una opción que, en su caso, ha resultado efectiva como medida disuasoria. "Hemos conseguido evitar que sigan entrando, aunque ahora vamos con mucho cuidado", concluye.