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ENCUESTA

Cómo cambia el teletrabajo nuestras pautas de consumo

Un informe de AECOC en 2021 destaca que cerca del 30 % de los trabajadores lo hace desde casa, frente al 70 % que se desplaza físicamente a su puesto. Luis y Víctor explican lo mejor y lo peor de esta forma de trabajo, al alza tras la pandemia

ALIZIA BEGUÉ /
Un empleado trabaja desde su casa.
icono foto Un empleado trabaja desde su casa.

Luis Pérez es un joven informático de 24 años que, desde la llegada de la pandemia, en marzo de 2020, ha tenido que abandonar su puesto en la oficina para teletrabajar. El nuevo escenario pandémico ha motivado que tanto él como otros empleados en remoto tengan que modificar sus hábitos de consumo y sus preferencias alimenticias permitiéndose más caprichos o más pedidos de comida a domicilio. Este mayor gasto podría relacionarse al hecho de que, según un informe de la Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC), los teletrabajadores presentan una renta más alta que la media

El sexto barómetro sobre tendencias, realizado en 2021 por esta patronal del sector del gran consumo, también destaca que, actualmente, cerca del 30 % de los trabajadores lo hace desde casa, frente al 70% que se desplaza físicamente a su puesto. 

Pérez es uno de ellos y según relata, el teletrabajo le ha supuesto un cambio de vida en muchos sentidos. "Me mudé a los pocos meses de Zaragoza a Graus y ahora trabajo desde aquí. Es un sitio más tranquilo que me permite estar en contacto con la naturaleza", ha detallado, para destacar el impacto económico que ha supuesto en su vida. "Antes, gastaba bastante en salir a comer cerca de la oficina para volver pronto al trabajo, me desplazaba en transporte público, compraba un café de camino o tenía que gastar en trajes, camisas o zapatos. Ahora, todo eso ha cambiado".

Sin embargo, tiene menos reservas cuando se trata de caprichos. "Me compré una bici nueva de montaña ya que ahora tengo más tiempo para hacer deporte”, comenta Pérez, quién añade que otro de los beneficios de trabajar en casa es "el ahorro de una hora diaria en ir y venir a la oficina". 

Para Víctor Lapuerta, ingeniero técnico de 31 años que también teletrabaja desde marzo de 2020, el ahorro de dinero desde que no tiene que ir a la oficina ha venido dado por el transporte: “He notado un ahorro en gasolina, por lo menos 100 euros al mes”, reconoce.

Cambios en los hábitos alimenticios

Otro de los datos que revela este informe es que el 63 % de las personas que teletrabajan pide comida a domicilio. Asimismo, dos tercios de los teletrabajadores "buscan productos y recetas que les ayuden a cocinar en casa y compran alimentos para replicar platos que antes comían en los restaurantes, un porcentaje sensiblemente superior al de la población general que coincide en estas tendencias, que es el 40 %.

Esta premisa no siempre se cumple al cien por cien, como ocurre con el caso de Víctor, que afirma que ahora cocina más que antes. “Sigo pidiendo igualmente comida a domicilio pero la diferencia es que ahora me da tiempo a prepararme la comida y organizarme mejor”. En el caso de Luis, el joven no gasta en comida a domicilio porque donde vive no hay, sin embargo apunta que cuando sale a comer o cenar fuera de casa, gasta más dinero y opta por mejores restaurantes. 

El horario y la socialización en el trabajo

La mejora en la gestión del tiempo es algo en que ambos coinciden. "Me gusta mucho la flexibilidad horaria porque puedo gestionar los tiempos en función de mi vida personal”, asegura Luis. En la misma línea, el ingeniero apunta que lo más positivo es que “puedes gestionar mejor tu tiempo y organizarte como quieras”. 

En cambio, los dos teletrabajadores destacan que lo más negativo es perder el contacto personal los compañeros de trabajo. “Lo que más echo en falta son las relaciones humanas que se hacen en la oficina”, afirma Víctor. “Antes te veías en las reuniones, podías hablar o parar unos minutos y socializar, ahora es imposible, lamenta el ingeniero, para agregar que le cuesta más desconectar del trabajo porque tienes delante el ordenador y los informes.

Sobre un hipotético regreso a sus puestos de trabajo físicos, el 60 % de los encuestados considera que en los próximos meses comenzará a tener "una semana laboral híbrida", con jornadas en casa y otras en la oficina. Luis lo tiene claro: “Si me dan a elegir, no me lo pienso ni un segundo, quiero seguir teletrabajando. Mi calidad de vida en este año y pico ha mejorado un montón, estoy muy contento”.

Si tuviera que elegir entre las dos opciones, Víctor también elegiría el teletrabajo aunque lo que más le gustaría es combinar ambas. "Volvería a la oficina pero con flexibilidad, que me dejaran ir dos o tres días a la semana".