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CULTURA

La jota en Aragón: 150 escuelas, 320 grupos y 80.000 personas vinculadas al folclore

El sector, que según los expertos está muy vivo, ha dado el último paso para defender la candidatura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco

CRISTINA ADÁN /
icono foto Imágenes de espectáculos y ensayos de la escuela de jota de Cuarte de Huerva y de la de Huesca.

El ritmo del "tacón, punta, tacón" y el sonido de las castañuelas y la rondalla despierta en Inma Rubio decenas de emociones. Para esta bailadora de 53 años "la jota es un sentimiento, y también es amor". Porque así conoció a su marido, Antonio, que toca la bandurria. Inma lleva bailando desde que era una niña y ahora lo hace en la escuela de jota de Cuarte de Huerva, donde también baila su hija, Julia, de 16 años. Como esta familia, se estima que hay al menos 80.000 personas vinculadas al mundo de la jota en Aragón. Un folclore que, según los expertos goza de muy buena salud y que, recientemente, ha dado el último paso para defender la presentación de la candidatura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. 

Las diferentes facetas del mundo del folclore y la jota en la Comunidad abarcan más de 320 grupos y 150 escuelas, lo que se traduce en unas 4.000 actuaciones anuales y un público potencial de dos millones de personas. Estos datos, facilitados por el Gobierno de Aragón, son una estimación, ya que existen muchos grupos de baile y canto populares que no están registrados, por lo que la cifra podría ser muy superior. 

"Para mí la jota es muy importante porque ha sido algo que en mi casa siempre se ha vivido muy intensamente. La persona que baila, canta o tañe la jota es porque la vive, la quiere", cuenta Rubio, que bailó en el grupo Los Baturros y, tras un parón por motivos laborales, decidió recuperar sus clases cuando llegó a vivir a Cuarte de Huerva. "Es un aliciente tener una profesora como Teresa Betoré, que es una gran bailadora, como todo el mundo sabe", añade. 

El grupo de adultos de la escuela de jota de Cuarte de Huerva, en uno de los últimos festivales. / Facebook Ayto. Cuarte de Huerva

La de Betoré, directora de Nobleza Baturra, es una vida tan ligada a la jota que podría decirse que la lleva en la sangre. Su padre, Carmelo Betoré, fundó Nobleza Baturra en 1967 y ella cogió el testigo al frente de esta agrupación folclórica hace ya 30 años. Casada también con un jotero, la reconocida bailadora asegura: "Mi vida es la jota". Y también su profesión porque cada semana recorre decenas de kilómetros para llevar el folclore a pueblos como Cuarte de Huerva, Gallur, La Zaida, Escatrón o Perdiguera, pero también en la escuela de Nobleza Baturra, donde tienen unos 130 alumnos entre las tres disciplinas (canto, baile y rondalla). 

"La gente tiene muchas ganas de jota"

"Durante la pandemia hubo un fuerte parón, pero hoy se ha recuperado e incluso más. La gente tiene muchas ganas", detalla Betoré, quien asegura que la jota "está muy viva". El relevo generacional, entonces, está garantizado, como demuestra la cantera que tiene en tantos pueblos. Julia Gordillo es una de ellas. Con 16 años, lleva bailando desde los cuatro. "Toda mi familia estaba vinculada a la jota y me lo inculcaron. Lo llevo en la sangre. Bailar me aporta felicidad, pasión, pasar un buen rato con mis compañeros...", cuenta. 

La escuela de folclore y música de Huesca celebra su 50 aniversario

Roberto Ciria es director de la Escuela de Folklore y Música de Huesca desde diciembre de 2021, aunque lleva ligado a esta once años como profesor de canto. Una de las voces más respetadas y reconocidas de la Comunidad, asegura que en las escuelas de jota "se está trabajando muy bien". La que él dirige acaba de cumplir medio siglo de vida y lo ha celebrado con una gala de aniversario. Esta escuela oscense cuenta con 180 alumnos de las diferentes disciplinas, cuyas edades van desde los tres hasta los más de 80 años. "Lo que nos diferencia es el instrumento de aire tradicional: gaita, dulzaina y trompa. Aquí el alumno se apunta y en la misma escuela fabrica su propia dulzaina", detalla Ciria, a la vez que recuerda que en la capital oscense hay media docena de escuelas más. 

Para el cantador, el folclore aragonés goza de muy buena salud y ha ido evolucionando: "Estamos en una línea buena y abriendo la jota y el folclore a otros caminos con el fin de captar a nuevos públicos. El mayor ya es fiel, pero hay que renovar letras y coreografías para atraer a nuevas generaciones". 

Nuevo paso para la candidatura para la Unesco

El Consejo de Patrimonio Histórico, que reúne al Ministerio de Cultura y a las comunidades autónomas, aprobó el pasado 25 de octubre el informe de Manifestación Representativa de la Jota como Patrimonio Cultural Inmaterial. Según detallan desde el departamento de Educación, Cultura y Deporte, este es el último paso para que el Ministerio de Cultura pueda defender la presentación de la candidatura a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Ahora, será el Gobierno de España el que asuma la candidatura -impulsada por el Gobierno de Aragón-, y será, por reparto competencial, el organismo que la defienda ante la Unesco para el ciclo de evaluación 2023-24.

El también vicepresidente por Huesca de la Academia de la Jota asegura que conseguir la declaración de la Unesco serviría "para ponerla al mismo nivel que el flamenco, el tango o los fados, que ya cuentan con este reconocimiento", explica Ciria. Este 'título' le daría al folclore un reconocimiento internacional, que, no obstante, ya tiene en algunos rincones del mundo. 

Jota que suena a 10.000 kilómetros de Aragón

Es el caso del Círculo de Aragón de Buenos Aires (Argentina), donde cuentan con un grupo folclórico creado en 1953 y en el que hay 16 integrantes: seis en la rondalla, una pareja de cantadores y el resto, bailadores. Fernando Hermida Nivela es el presidente de grupo, en el que tres de los miembros son nietos de aragoneses. "El resto, amantes de la jota", cuenta Hermida. "Participamos en fiestas tradicionales de nuestro centro y donde somos requeridos, todo 'ad honorem'. "No cobramos, solo representamos a nuestra Casa, fundada en 1915", añade el presidente de la agrupación. 

Una de las últimas actuaciones del grupo de jota de Buenos Aires (Argentina). / Círculo de Aragón de Buenos Aries

A más de 10.000 kilómetros de distancia de la Comunidad, este grupo folclórico celebró el Día del Pilar bailando dos clásicos de la jota aragonesa: 'El Bolero de Zaragoza' y 'Gigantes y Cabezudos'. A Hermida le preocupa que en el grupo no hay relevo generacional y confían en que la declaración de patrimonio inmaterial de la humanidad pudiera poner a la jota en el lugar que merece.