¿Qué son los ‘baños de bosque’ y dónde se pueden realizar en Aragón?

Un ‘baño de bosque’ es una práctica cada vez más popular que se centra en pasar tiempo en la naturaleza con el objetivo de mejorar la salud, el bienestar y la felicidad. No es un simple paseo ya que implica activar los sentidos para conectar con el entorno de la forma más completa posible. La actividad, que puede realizarse en solitario o en grupo, puede ser conducida por guías titulados y sacar todo el provecho. Aragón cuenta con profesionales que promueven estas experiencias y enclaves naturales donde poder realizarlo. 

Como otras terapias, tiene su origen en Japón y su significado literal es ‘absorber la atmósfera del bosque’, concepto acuñado en 1982 por Akiyama Tomohide, director de la Agencia Forestal de Japón. Se inspiró en las tradiciones sintoístas y budistas que promueven la comunicación con la naturaleza a través de los cinco sentidos en un país con un elevado porcentaje de estrés asociado al trabajo. 

Yolanda Fernández es una guía especializada en baños de bosque que ofrece sesiones en el municipio de Tella-Sin, en Huesca. Acompaña al grupo dando unas pautas de seguimiento. "Se puede estar sentado, tumbado o de pie. Es posible improvisar ya que puede haber alguien a la que le cueste conectar y, sin embargo, conviene que esté todo el mundo ahí, presente", relata.

El objetivo de estas sesiones, apunta Fernández, es "sacar lo que se lleva dentro". "Cuando desaceleras y tu mente para de pensar, se desbloquean puntos energéticos y sacamos las mochilas que llevamos encima”, argumenta. “Hay bastante controversia porque hay personas que piensan que no es necesario pagar por ir al bosque, pero no pagas por eso sino por tener una experiencia personal", asegura. 

Fernández los hace en bosques maduros de coníferas porque sueltan fitoncidas, unas sustancias que emiten los árboles para defenderse de agresiones. “Nosotros las absorbemos cuando vamos por el bosque y protegen nuestro sistema inmunológico porque potencian las células killer que son las que luchan contra las células cancerígenas. Nos vacunan, pero no nos dicen que potenciemos nuestro sistema inmunológico y, sin embargo, es muy importante".
 

1. Belsué, Parque Natural de la Sierra de Guara

   El entorno de la chopera de Belsué, incluidas sus pozas, en las inmediaciones del Parque Natural de la Sierra de Guara, es el entorno escogido por Turismo con Alma para "tomar contacto con la naturaleza y abrir los sentidos".

2. La Jacetania y Alto Gallego

   Parajes oscenses como Javierre del Obispo, en el Alto Gallego, guardan una insólita belleza que Cristina (Trecesentidosbosque) no ha dejado pasar por alto. "Un baño de bosque es un paseo lento, tranquilo, para conectar con nosotras mismas y con la naturaleza", expone. Uno de los requisitos es que los caminos sean fáciles y accesibles a todo el mundo. 
   
   

3. Maestrazgo y Gúdar Javalambre

   Teruel también atesora rincones únicos que encajan a la perfección con este tipo de actividad. De hecho, el grupo Leader Agujama ha puesto en marcha una iniciativa para homologar las comarcas de Maestrazgo y Gúdar Javalambre de como destinos de naturaleza especializados en esta modalidad.

Conexión con la naturaleza: de Thoreau a Montañez

En 1845, el filósofo americano Henry David Thoreau se aisló durante varios años en una cabaña de 12 metros construida por él mismo al pie del lago Walden, en Massachussets, donde dio luz a un ensayo con el mismo nombre del enclave. “Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y descubrir si podía aprender lo que ella me tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido", exponía Thoreau en una de sus reflexiones más célebres. 

Salvando las distancias, la expresentadora de televisión Beatriz Montañez, inspirada por esta forma de ver el mundo, publicó 'Niadela', una oda a la fuerza y belleza de la naturaleza en el que relata su cambio radical de vida tras retirarse varios años a una casa en un entorno natural alejado de la vida urbana y sin cobertura, electricidad ni agua caliente.