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MEDIO AMBIENTE

La huella de carbono o cómo influimos en el cambio climático: viajar en coche eléctrico puede reducir las emisiones al 32%

Establecer zonas de bajas emisiones en los núcleos de más de 50.000 habitantes es una de las últimas medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. En Aragón, afecta a las ciudades de Zaragoza y Huesca

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen de archivo de la emisión de gases del tráfico. / Canva
icono foto Imagen de archivo de la emisión de gases del tráfico. / Canva

Reducir la huella de carbono que producen los desplazamientos urbanos e interurbanos para mejorar la calidad del aire en las ciudades. Este es el propósito de la norma aprobada recientemente por el Consejo de Ministros, que desarrolla lo establecido por la ley de Cambio Climático y Transición Energética, y que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a crear zonas de bajas emisiones. Se trata de una medida que, en Aragón, afecta a las ciudades de Huesca y Zaragoza, que ya ha delimitado las áreas que incluirá la nueva normativa. Pero, ¿qué es la huella de carbono y por qué es tan importante reducirla?

La huella de carbono es un indicador ambiental que contabiliza todas las emisiones de gases de efecto invernadero que son liberados a la atmósfera por cualquier persona, empresa o actividad. Como explica Julio Balana, experto en mercados energéticos del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, "una vez emitidos, estos gases se acumulan en las capas de la atmósfera y permiten que la luz solar llegue a la Tierra, pero no dejan pasar las ondas infrarrojas, por lo que entra en nuestro planeta más energía de la que sale y se produce el calentamiento global".

Por eso es tan importante reducirlos, para evitar que el planeta sufra una subida de temperatura que acabe afectando a las condiciones que permiten que haya vida en él. Unos efectos que ya se están produciendo. De hecho, la temperatura en la Tierra ha subido 0,5º en el último siglo, una cifra que llega a los 1,31º en España.

De entre todos los gases de efecto invernadero, el más importante por cantidad emitida es el CO2. Como explica Balana: "Es tal su preponderancia, que las mediciones del resto de gases se hacen en toneladas de CO2. Así, un kilo de metano sería equivalente a 28 kilos de CO2". El dióxido de carbono se produce por cualquier tipo de combustión, desde el sistema de arranque de un automóvil hasta una central de carbón, por eso está tan presente. Pero esa preeminencia permite también que sea el gas sobre el que más se puede actuar para reducir la huella de carbono. Y un ejemplo de ello es intentar viajar emitiendo la menor cantidad de CO2.

La huella de carbono de los viajes

Julio Balana ha calculado el coste en emisión de CO2 asociado con diferentes modos de viajar para conocer la huella de carbono que generan. Para hacerlo ha hecho una estimación de un desplazamiento de 150 kilómetros en un coche que utiliza gasolina, otro diésel y un coche eléctrico, y estos han sido los resultados:

  • En el caso del coche de gasolina, con un consumo medio de 5,7 litros cada 100 kilómetros, se generarían 19,24 kilos de CO2.
  • El coche diésel, con un consumo de 4,1 litros/100 kilómetros, emitiría a la atmósfera 15,50 kilos de CO2.
  • En el caso de un coche eléctrico, con un consumo de 16,3kWh por cada 100 kilómetros, se generarían 6,33 kilos de CO2.

Queda clara, pues, la importante diferencia que puede suponer un vehículo eléctrico para limitar la emisión de gases de efecto invernadero. La cantidad de CO2 que produce es mucho menor que la de los motores de combustión, hasta una tercera parte si hablamos de motores de gasolina. Pero aún puede serlo más, como puntualiza el ingeniero, porque si ese vehículo se carga con electricidad que proviene de fuentes renovables su huella de carbono sería 0.

Este estudio se ha limitado a los medios de transporte particulares pero, evidentemente, cuando se eligen medios de transporte públicos la huella de carbono se reduce todavía mucho más, dado que la cantidad de gas emitido debe dividirse entre todos los usuarios. Del mismo modo, no todos contaminan igual, por eso muchas ciudades introducen ya los autobuses eléctricos o el tranvía dentro de sus sistemas de desplazamiento.

En cuanto a los transportes colectivos, según recoge un informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para los desplazamientos por tren, el impacto por viajero es de 0,024 kgCO2eq/km, frente al 0,05517 kgCO2eq/km que se estima que genera un pasajero de autobús. 

Calculadoras de huella de carbono

Conocer cuál es la huella de carbono que producimos, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que generan nuestra actividad y consumo, es necesario para concienciar sobre sus efectos. Diferentes organismos, como el Ministerio de Consumo ponen a disposición de los ciudadanos calculadoras que no solo sirven para conocer el dato, sino también para planificar cómo reducirlo. 

La Universidad de Alcalá de Henares, por ejemplo, mediante un cuestionario personalizado al que se puede acceder 'online', genera una estimación de la cantidad de gases emitidos por habitante. Según el Banco Mundial, en España la huella media está en 5,1 toneladas de CO2 por persona y año, el puesto 54 del mundo. El país más contaminante es China, que acumula la tercera parte de las emisiones globales.