Putin se da un baño de masas tras el último bombardeo a Leópolis

Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha vuelto a justificar este viernes la guerra contra Ucrania, esgrimiendo que lo hace para liberar del genocidio a los rusos del Dombás. Unas declaraciones que ha realizado en un abarrotado estadio ruso donde ha sido agasajado por decenas de miles de simpatizantes que celebraban el octavo aniversario de la anexión de Crimea. 

Una imagen que ha contrastado con la de destrucción que presenta la ciudad ucraniana de Leópolis, que ha sido bombardeada en la noche del jueves por ejército ruso. En el ataque no ha habido víctimas, a pesar de ser uno de los puntos de paso más utilizados por los ucranianos que huyen hacia la Unión Europea entrando por Polonia. 

Localidades como Mariúpol ofrecen imágenes de destrucción total. El gobierno ucraniano ha señalado que se han rescatado 130 personas desaparecidas tras el ataque al teatro de la ciudad, pero todavía quedan muchas que yacen bajo los escombros.

Al sur, no muy lejos de la anexionada Crimea está Odesa, ciudad en la que también ha puesto los ojos Putin. Allí, la tensión es máxima y se reviven escenas propias de la Segunda Guerra Mundial. Sacos terreros de protección por todas partes y la confianza de su alcalde de que no será bombardeada por ser una ciudad de paz, donde en 1941 los rusos estuvieron 73 días sitiados por los nazis. Todo apunta a que 80 años después, serán los que ataquen la ciudad.