Olba y San Agustín tratan de volver ya a la normalidad

Los 270 vecinos de Olba y San Agustín desalojados el jueves por el incendio que ha afectado a las provincias de Teruel y Castellón ya han podido dormir en sus casas tras pasar tres días fuera de ellas. Ahora, en ambas localidades toca volver a la normalidad después de evaluar los daños causados por el fuego.

En Olba, Margarita Salvador está feliz. Puede de nuevo dar de comer a sus animales y acariciar a su yegua Uma. Le faltan palabras para agradecer la ayuda recibida. "En Rubielos de Mora una familia acogió a mi caballo en su finca. El perro sí estuvo conmigo. Me gustaría dar gracias a todos los que me han ayudado", ha reconocido.

Margarita Salvador y su yegua Uma, en Olba. 

En el Barrio Los Ramones, la alegría la han dado los infantes. Han vuelto a clase y en común han expresado sus sentimientos. "Hay niños que viven en el bosque, en masías, y esos lo han pasado peor. Hay algunos que han estado más sensibles que otros", ha explicado François Wirthensohn, director del colegio de la localidad.

Paseando por Olba y sus barrios se puede ver que el fuego ha respetado el núcleo urbano. "Creo que estamos fuera de peligro, le deseamos mucha suerte a los compañeros de Castellón"; "estamos raros, pero bien", han comentado los vecinos.

En cambio, en San Agustín, algunos de sus barrios, como El Caballero, muestran las heridas causadas por el fuego. La zona más afectada ha sido el barrio de La García, donde han ardido seis de las siete viviendas que hay. Aquí son tres las familias que se han quedado sin su hogar.

Una vivienda afectada por el fuego en El Caballero.