Nuevo modelo para las residencias: más profesionales por usuario y menos plazas por centro

El Gobierno central y las comunidades autónomas, entre las que se encuentra Aragón, han aprobado un nuevo modelo de cuidados para que los servicios se adapten a las necesidades y prioridades de las personas, con el objetivo de mejorar la calidad de las residencias.

La prioridad de este nuevo modelo es la atención a las personas, un objetivo muy aplaudido por las asociaciones del sector que, por otro lado, se muestran preocupadas por la financiación de los cambios estructurales que supone. "Este cambio exige un mínimo de habitaciones individuales elevado. Vamos a tener que hacer reformas y esto es muy complicado. El sector ha salido de un problema muy grave con la pandemia", señala la vicepresidenta de ARADE, Carmen Torrijo. 

A esto se suma también la necesidad de más profesionales en nómina, que escasean en la actualidad. "Lleva unos cambios en la mentalización de las personas porque es un enfoque, y después lleva un cambio en los convenios y en los incrementos de ratios de personal", apunta la presidenta de LARES, Emilia Bergasa. 

Entre las medidas que se quieren implementar destacan el incremento de las ratios de personal, con un profesional cada dos residentes en las residencias de mayores, y la reducción del número de plazas por centro, que se limitan a 75 en entornos rurales, 90 en zonas de densidad intermedia y 120 en ciudades.

Además, los centros deberán disponer de unidades de convivencia con un máximo de 15 personas y también se introducen mejoras laborales, ya que el 80% de los trabajadores deberán ser indefinidos.

20 unidades de convivencia

Desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales ya comenzaron a trabajar en esta línea en 2018. En la actualidad, hay proyectadas 20 unidades de convivencia en nueve residencias públicas. En total, se van a invertir 12,5 millones de euros procedentes del fondo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencias, gestionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, dentro del programa europeo Next Generation. La estrategia fija un plazo de transición hasta 2030 y plantea también impulsar la teleasistencia.

Un ejemplo son las obras iniciadas este mes en la residencia Ciudad de Huesca y los nuevos complejos que se edificarán en Valdefierro y Ateca (Zaragoza).

En la residencia Ciudad de Huesca se va a crear un nuevo espacio para atender a los mayores que viven allí y que se basa en recrear hogares para llevar a la práctica el modelo de atención centrado en la persona. La actuación está dotada con 1,1 millones de euros. 

"Con oportunidades como los fondos europeos y la financiación que nos ha llegado hemos cogido impulso y nos va a permitir avanzar hacia estos modelos que comparten visión con esos criterios que se aprueban a nivel estatal", explica la directora gerente del IASS, Noelia Carbó.