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POLÍTICA

Nueva investidura, elecciones o cuestión de confianza: escenarios que se abren con la decisión de Sánchez

Tanto la ley electoral como la Constitución recogen todos los supuestos en caso de que Pedro Sánchez anuncie su dimisión como presidente del Gobierno

ARAGÓN NOTICIAS /
Pedro Sánchez en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso. / Europa Press
icono foto Pedro Sánchez en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso. / Europa Press

Este lunes es la fecha elegida por Pedro Sánchez para aclarar su futuro. Él mismo se marcó el pasado miércoles este día para explicar su próximo paso. Y la decisión, meditada durante más de cinco días, está en saber si seguirá al frente de la presidencia del Gobierno o si abandonará la política. La posibilidad de su renuncia abre un escenario incierto pero sea cual sea su decisión final, tanto la ley electoral como la Constitución recogen todos los supuestos.

La Constitución Española de 1978, en su artículo 101 recoge la posibilidad de una dimisión o fallecimiento del presidente del Gobierno. También de una posible pérdida de la confianza parlamentaria, que podría darse si Sánchez decide someterse a ella. Ese artículo constitucional señala que "el Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente".

Suponiendo que finalmente opte por una dimisión, su adiós como presidente del Gobierno conllevaría que todo su gabinete quedaría en funciones hasta que se nombre un nuevo presidente. De esta manera, el Ejecutivo, tan solo podría seguir pero sin capacidad de legislar, tal y como sucede tras unas elecciones generales hasta que se elija un nuevo gobierno 

En este caso sería el Congreso de los Diputados el encargado de elegir a un nuevo presidente, como si se tratase de una sesión de investidura tras las elecciones. También el Jefe del Estado tendría que volver a hacer una ronda de consultas con todos los partidos con representación y designar un candidato. De esta forma, el candidato a suceder a Pedro Sánchez tendría que someterse de nuevo a un debate de investidura y con las mismas condiciones para ser elegido. Esto es, mayoría absoluta en una primera votación o simple en la segunda. De no conseguir los apoyos suficientes, se abriría un plazo de dos meses en el que los nuevos candidatos propuestos por el rey pueden optar de nuevo a la Presidencia del Gobierno. Si en ese tiempo el Congreso no avala esa candidatura, las Cortes Generales se disolverían de forma automática y se convocan nuevas elecciones generales

Sea cual sea también la decisión de Sánchez, el hasta ahora presidente no puede convocar elecciones este lunes porque debería esperar hasta el próximo 31 de mayo para adelantarlas. Eso es así, porque la ley impide que el presidente disuelva las Cortes antes de que pase un año de la anterior disolución. En este supuesto las elecciones serían las últimas semanas del mes de julio.

La cuestión de confianza

Otra opción posible es la cuestión de confianza. En este caso, es el mismo Pedro Sánchez el que solicita ser sometido a una cuestión de confianza por parte del Congreso. Es una herramienta política que tiene el presidente para sacar adelante una situación de debilidad ante el Parlamento que le ha elegido. Es el artículo 112 de la Constitución el que establece que se puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general. La confianza se entenderá otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los Diputados.

Si Sánchez no obtuviera la confianza del Congreso, ocurriría igual que si hubiera dimitido y se iniciaría el proceso para investir a un nuevo presidente, con consultas del rey y un nuevo debate de investidura.