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APRENDER IDIOMAS

"No es una profesora ni una cuidadora, una aupair es una extensión más de la familia"

Tras el parón de los últimos años como consecuencia de la pandemia, esta figura vuelve a ser una alternativa para conciliar en verano y también una forma de aprender otro idioma y cultura

C.ADAN / L.QUÍLEZ /
Ellen, Erika y Elena son algunas de las muchas jóvenes que han vivido una experiencia de 'au pair'.
icono foto Ellen, Erika y Elena son algunas de las muchas jóvenes que han vivido una experiencia de 'au pair'.

“No es una profesora ni una cuidadora, es una extensión más de la familia”. La zaragozana Alejandra Reguero resume con estas palabras el significado de ‘au pair’. En su caso, tiene una experiencia de cinco años con esta figura clave para conciliar su trabajo con el cuidado de sus hijos. Además, es una forma de aprender otro idioma y cultura sin salir de casa. Tras los años de pandemia, la figura del ‘au pair’ ha vuelto a ganar peso en Aragón este verano y son muchas las familias que deciden contratar a uno, así como cada vez más jóvenes usan esta fórmula para viajar al extranjero.  

Reguero decidió en 2017 contratar una 'au pair' para que viviese junto con ella, su marido y sus tres hijos, Alejandro, Daniel y Mía. Salvo en una ocasión, la experiencia les ha sido tan gratificante que han repetido cada año. La última ha sido Ellen Anthoni, una finlandesa de 20 años con la que los pequeños de la casa han mejorado su inglés.  

"Una 'au pair' forma parte de tu familia. Esa cercanía y proximidad no se consigue ni con un profesor particular ni con una cuidadora que vaya por las tardes un ratito", señala esta madre, que también destaca cómo los pequeños han aprendido sobre otras culturas e idiomas.  

"Ellos han aprendido que las personas son diferentes en función de dónde crecen. Saben más de la educación y las tradiciones de otras partes del mundo y esto les enriquece tanto como viajar", continúa. 

En su caso, Reguero asegura que es la solución perfecta: "Los dos tenemos empresas y pasamos más tiempo fuera de casa del que nos gustaría. De esta manera, siento que dejo a mis hijos con alguien más de la familia sin tener que crear una obligación a mi madre, que es mayor y se cansa. Además, esto también les permite disponer de algo de tiempo como pareja, ya que un par de noches al mes se encarga de su cuidado mientras ellos salen. 

La familia de Alejandra junto a Ellen, en un viaje por España. 

Para Ellen, natural de Finlandia, esta ha sido su primera experiencia como ‘au pair’. Está muy contenta y asegura que su estancia en Zaragoza le ha permitido descubrir una nueva cultura, conocer mejor el país y mejorar su español.

"Quería un año sabático y esto lo ha sido para mí. He podido descansar más, pensar en lo que quiero hacer en el futuro, he viajado mucho por España y tengo una nueva familia aquí. Porque los considero como mi familia", asegura la finlandesa, que el próximo curso estudiará logopedia. 

En su caso, eligió España porque le gustaba mucho la cultura, sabía el idioma y no quería irse muy lejos. "No conocía Zaragoza y, al principio, había pensado en otras ciudades más grandes, pero tras hablar con Alejandra me decidí", añade la joven. 

Una figura no reconocida

La figura de 'au pair' no está reconocida en España y no existe un contrato oficial, aunque en la mayoría de los casos se utiliza el modelo europeo en el que las partes acuerdan las condiciones previamente. Pese a no haber una normativa oficial, la mayoría de los contratos privados establecen una paga semanal mínima de 70 euros además del alojamiento y la comida, así como que no trabajen más de 30 horas a la semana.

La academia zaragozana Technical College es un centro de formación que gestiona las experiencias 'au pair' desde Aragón. "Ha habido un parón enorme en los últimos años por culpa de la crisis sanitaria", comenta su directora, Silvia Maza, quien también asegura que los requisitos para contratar ‘au pair’ cada vez se han vuelto más exigentes. "Nos está costando colocar a aspirantes que tengan menos de un nivel C1 de inglés, también buscan 'au pairs' que hayan tenido alguna experiencia previa demostrable. Antes no se pedía tanto", detalla.

Desde 2019 hasta la fecha se ha notado una bajada importante en las gestiones de este tipo de prácticas en esta academia. Sin embargo, asegura que la situación ha comenzado a cambiar: “Es muy buena señal que la gente esté animándose de nuevo a hacer cursos, aprender idiomas y viajar, estamos organizando muchas actividades para aprender inglés como campamentos infantiles, prácticas laborales, estancias en residencias universitarias...". 

Y de Aragón al extranjero para aprender el idioma en una familia

Cada vez son más los jóvenes aragoneses que deciden irse de esta misma forma a otros países para mejorar un idioma extranjero. Elena Mallén ha sido 'au pair' ya en dos países: Irlanda e Inglaterra. "La primera experiencia fue bastante desastrosa, no me trataron muy bien en la primera casa en la que estuve y tampoco me entendí bien con la segunda familia, pero por otro lado conocí a gente increíble y un país precioso", explica.

Esto le animó a intentarlo de nuevo en un país distinto y con otra familia diferente, lo que fue todo un acierto: "En Inglaterra fue todo genial, incluso conseguí otros empleos para poder sacarme más dinero y, por supuesto, mejoré mi inglés". "Acababa de salir de la carrera y quería estudiar un máster, pero me pedían un B1 para poder acceder, así que decidí hacerme 'au pair' para conseguir un mayor nivel que el que ya tenía". Ahora, Mallén cuenta con un certificado de inglés C1.

Encuentro en la actualidad de Elena Mallén (en medio) junto a Saskia y Hannah, las dos niñas que cuidaba en Oxted (Surrey, Inglaterra).

Sus dos primeras experiencias 'fallidas' las encontró a través de Facebook y la tercera gracias a la plataforma AuPairWorld. En el caso de su amiga Erika Broto, esta gestionó todo el proceso a través de la agencia internacional Aupair Care y su destino elegido fue Estados Unidos. 

Broto, que es de Zaragoza aunque reside actualmente en Logroño, estuvo trabajando para una familia en Washington durante un año: "Es una experiencia que recomiendo al 100%, fue inolvidable, te abre la mente, te ayuda a superar todos tus límites, a mejorar el inglés y a desenvolverte en un ambiente internacional conociendo otra cultura totalmente distinta". Lo mejor de esta vivencia para la ella fue conocer gente de todo el mundo, ver que era capaz de vivir en otro país por su cuenta y viajar. 

Su experiencia tuvo lugar en 2013 pero nunca se desvinculó de este mundo. En cuanto se instaló en EE. UU. creó un blog dedicado al tema ('La maleta de una 'au pair''), en el que cuenta con un gran número de visitas. Actualmente es representante de Aupair Care en Aragón y La Rioja, donde se encarga de realizar la entrevista final a los candidatos antes de que emprendan su viaje y de hacerles un seguimiento durante todo el proceso.

Erika Broto durante uno de sus viajes por Estados Unidos con los niños a los que cuidaba. 

"La mayoría de los aspirantes son mujeres, solo uno de cada diez son chicos", comenta. Su agencia es una de las pocas que existen en España autorizadas por el Gobierno estadounidense, lo cual asegura que es un respaldo para todos aquellos que se animan a vivir la experiencia. "Gestionamos absolutamente todo: el visado, el seguro médico, los vuelos de ida y vuelta, un curso de 'training' de la cultura americana y de primeros auxilios para niños, el contrato..."

"Recomiendo totalmente elegir como destino Estados Unidos, está muy regulado y es muy seguro, y sobre todo hacerlo todo a través de una agencia autorizada", apunta Erika Broto. Ella siempre da un consejo a los interesados: "La clave para que salga todo bien es que elijas antes la familia que el destino, porque es con quienes vives a diario, luego siempre tendrás tiempo para viajar por tu cuenta y ver otros lugares".