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DÍA INTERNACIONAL DEL PIANO

Cómo crear un mundo de sensaciones con 88 teclas

Aragón es cuna de grandes pianistas como Pilar Bayona o Luis Galve. La directora del Conservatorio Superior de Música, Carmen Esteban, ensalza la importancia de este instrumento

MAR BURGUEÑO /
icono foto La directora del Conservatorio Superior de Música, Carmen Esteban

88 teclas, tres pedales y una caja de resonancia. Estos son los tres principales ejes del piano, un instrumento que en Aragón ha encumbrado a músicos como Pilar Bayona, Eduardo del Pueyo o Luis Galve. Figuras de renombre que constatan que la Comunidad cuenta con una gran cultura en este sector. Este domingo 28 de marzo, con motivo del Día Internacional del Piano, la directora del Conservatorio Superior de Música de Aragón, Carmen Esteban, explica que para ella y para muchos pianistas “todos los días son los días de las 88 teclas”. “No concibo mi vida sin la música y sin el piano”, afirma. 

Este curso escolar, hay un total de 38 estudiantes de piano en el Conservatorio, de los cuales 15 son aragoneses, lo que supone alrededor del 40% del total. Es un instrumento sacrificado, al que hay que dedicar cinco horas diarias de estudio, según explica Esteban. Pero las sensaciones que inundan a los pianistas al tocar -añade la directora- compensan el esfuerzo.

“Mi mundo se transforma cuando toco el piano”, explica Esteban. “En el momento que notas que conectas con el público, ese es un momento mágico”.

Para Ismael Escribano, estudiante de último curso, el piano es “terapéutico” y le ayuda a canalizar todas sus emociones. Por su parte, Alejandra Callejero, estudiante que lleva 14 años tocando, siente una “energía y emoción especial que no se puede explicar con palabras”.

“Mi mundo se transforma cuando toco”

La cultura y, por ende, la música ha sufrido las consecuencias de la pandemia. La cancelación de conciertos ha provocado que los acordes del piano solo se hayan podido escuchar dentro de las cuatro paredes de las aulas. Sin embargo, las nuevas tecnologías han posibilitado la retransmisión de conciertos en streaming, algo que ha sido “muy bien acogido”, sobre todo por las familias de los estudiantes.

Aunque, tanto los estudiantes como los profesionales, recalcan que el contacto directo con el público es “irremplazable”. “Llevamos un parón muy grande. Hemos perdido la costumbre de tocar para el público. La música está para compartirla y disfrutarla”, cuenta Ismael Escribano.

"El contacto con el público es irremplazable"

El Conservatorio Superior de Música ha sobrevivido a la pandemia, una época en la que el piano es más que nunca un "refugio" ante una realidad desoladora. "Lo más bonito fue ver que la gente se reconfortaba en la cultura. Es algo que no se debe perder", afirma Esteban. 

Elementos tan normalizados en la actualidad como el gel hidroalcohólico y las mascarillas se han hecho presentes en las clases del centro. Cada vez que utilizan un instrumento se desinfecta después, igual que se ventilan las aulas, como en cualquier otro centro educativo. “Los estudiantes vienen cada vez con más ilusión”, dice la directora, que reconoce que hay menos vida en el centro al tiempo que anuncia que ya empiezan a tener más actos programados fuera del Conservatorio.