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VERANO

Naturaleza, desconexión y amigos: volver al pueblo por vacaciones

Los entornos rurales se están consolidando como un gran atractivo turístico y un lugar en el que muchos aragoneses se refugian durante sus vacaciones

L. BUENDÍA / R. PLOU /
Foto de archivo de una familia conversando en Villarquemado (Teruel).
icono foto Foto de archivo de una familia conversando en Villarquemado (Teruel).

Tomar el sol en la playa, hacer turismo, irse de camping o vivir alguna experiencia internacional. Son algunos de los planes que muchos aragoneses aprovechan para realizar este verano. Sin embargo, hay otros a los que no hace falta ni preguntarles, porque su elección, sin duda, es irse al pueblo, especialmente este puente de agosto en el que la mayoría de municipios de la Comunidad celebran sus fiestas patronales. 

Es el caso de Silvia Enguita, zaragozana afincada en Malasia. Cuando llega el momento de decidir su destino vacacional, siempre reserva unos días para visitar su pueblo paterno, Monreal de Ariza (Zaragoza). Allí se reúne con sus padres, su hermano, su cuñada y sus dos sobrinos, que también viven fuera, en las Islas Canarias. 

“Me gusta hacer barbacoas, ir al río a bañarme, pasear por el campo, ver animales en la naturaleza, hacer deporte al aire libre, las noches de verano con amigos y familia hasta las tantas, disfrutando del buen tiempo”, señala. Además, Enguita destaca la belleza y el atractivo turístico que esconden el castillo y la iglesia del municipio, que forma parte del denominado ‘Camino del Cid’

“Es un sitio tranquilo, en el que se pasa mucho tiempo en familia y el entorno es muy seguro para los niños. Lo que más valoro es la tranquilidad y seguridad al conocer a todo el mundo”, apunta. 

La misma opinión comparte María Castán, aragonesa criada en Barcelona. Lleva veraneando en Graus (Huesca) desde que tiene uso de razón, puesto que sus abuelos, habitantes de Campo (Huesca), se compraron una casa allí al jubilarse. De hecho, recuerda su juventud con mucho cariño: “Para mí el verano es Graus. Íbamos desde San Juan hasta finales de agosto. Era como 'Verano Azul', porque había más gente de mi edad en el barrio, entonces desde bajar a la piscina en bicicleta, sentarnos a comer pipas y caracolas, jugar a polis y cacos con los mayores... era pasarlo muy bien. Tener un grupo de amigos con los que juntarse y poder tener más libertad que en la ciudad”. 

Ahora tiene dos hijos, de 11 y nueve años, con los que va a menudo y no solo en época estival; también algún fin de semana, puente o festividad, como Semana Santa. “En la medida de lo posible, intentaremos seguir yendo”, subraya.

Multitud de personas disfrutan de un mercadillo en la plaza de un pueblo.

Para Isabel Esteban, ir a su pueblo, Riodeva, en Teruel, es “un plan imprescindible”. “Es regresar a la infancia, disfrutar con amigos que no sueles ver siempre, pasar tiempo con la familia, desconectar y no necesitar tener que irte a miles de kilómetros para estar bien y ser feliz. Al final, las cosas que te aporta emocionalmente pueden ser igual de gratificantes o más”, comenta. 

Esta joven aragonesa confiesa que, cuando está allí, “siente que el tiempo se para”: “Lo mejor es salir de tu rutina y disfrutar de ese parón y, por supuesto, ver las estrellas por la noche, ponerte una chaqueta y pantalón largo para dar un paseo, incluso salir con una silla a hablar con las vecinas del pueblo”. Otras ventajas que encuentra Esteban en pasar todos los veranos en esta villa turolense es que puede hacer turismo en municipios cercanos de la provincia, disfrutar de las diferentes fiestas patronales y poder cenar y beber cervezas en el bar del pueblo a un precio “muy económico”, lo que también le permite ahorrar más. 

El turismo rural, cada vez más demandado 

Muchos municipios, en estas fechas del año, se llenan de vida y multiplican considerablemente su población. Y es que cada vez son más las personas que se decantan por el mundo rural en sus vacaciones. Sin embargo, para los que no cuentan con un pueblo donde ir a relajarse y desconectar, también existe la posibilidad de pasar unos días rodeados de naturaleza en algún alojamiento rural. Según la plataforma 'EscapadaRural', las reservas para el puente de agosto en Aragón se sitúan al 63% de su capacidad, por debajo, sin embargo, de la media nacional, que asciende al 69%. 

Además, en relación a los datos de ocupación registrados en 2019, este año el porcentaje previsto se sitúa 11 puntos por encima. Esta empresa de reservas online ha manifestado que, aunque todo el verano la demanda de estos espacios ha sido elevada, este puente de agosto lo es todavía más, con siete de cada diez alojamientos al completo