Nacen cinco crías de quebrantahuesos en el centro de rescate de La Alfranca

Cinco nuevos ejemplares de quebrantahuesos han nacido en el Centro de Rescate y Cría del Gobierno de Aragón en La Alfranca, gestionado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos. Los huevos de estos cinco recién nacidos habían sido rescatados de nidos de alto riesgo en el Pirineo donde han sido incubados y están siendo criados en el centro de la Alfranca gracias a una técnica de cría asistida. Con ella, explican desde la Fundación, es posible sacar adelante huevos recuperados de nidos que difícilmente podrían salir adelante en el medio natural, según informa la Fundación.

Los cinco quebrantahuesos recién nacidos proceden los ocho huevos rescatados este año de seis nidos de alto riesgo en el Pirineo aragonés. Todo ello, en el marco del programa de cría que desarrollan conjuntamente la Fundación y el Gobierno de Aragón. De esos ocho huevos rescatados, en colaboración con los grupos de rescate en montaña de la Guardia Civil, han nacido estos cinco nuevos ejemplares, gracias a la asistencia de los veterinarios y expertos en cría de quebrantahuesos del centro de La Alfranca. De los otros tres huevos, uno resultó ser infértil y los otros dos presentaron procesos infecciosos que provocaron la muerte de las crías antes de nacer.

Los pollos nacidos en el centro de La Alfranca pasan los primeros y delicados días tras su nacimiento en una atención veterinaria permanente por parte del equipo de cuidadores de la Fundación , donde son vigilados y atendidos día y noche. Las continuas interacciones entre los cuidadores y cada pollo se realizan exclusivamente mediante señuelos naturalizados de gran realismo, evitando así la impronta del pollo con los técnicos.

El director del Centro de Rescate y Cría, Gerardo Báguena, explicaba en el programa Esta es Mi Tierra, de Aragón TV, que estos animales se rescatan en situación crítica y nacen en cautividad. Por todo ello, explica: "tenemos que replicar todas las condiciones, ambientales, alimentarias y térmicas que se producen en un nido". Recuerda que nacen con 130 gramos y no regulan su temperatura. "Dependen de la temperatura exterior por lo que son extremadamente frágiles", recuerda Báguena, Así pues, entre los cuatro y seis primeros días están atendidos "mañana tarde y noche por técnicos que estamos permanentemente con ellos hasta que salen de esa fase crítica y son animales más autónomos", señala.

Del Pirineo a los Picos de Europa

Una vez que los pollos superan las primeras semanas de vida, y han alcanzado su natural capacidad fisiológica  de termorregulación a los 19 o 22 días de vida, y comienzan a emplumar, son trasladados al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido para continuar allí con su desarrollo, en una segunda fase de aprendizaje de conducta, en presencia de los quebrantahuesos silvestres que frecuentan el punto de alimentación suplementaria instalado en el Parque. De hecho esta misma semana, el primero de los ejemplares ya ha sido trasladado allí y su adaptación estás siendo correcta, según informa la fundación. Se espera que en las próximas semanas se le unan el resto de ejemplares que todavía permanecen en La Alfranca.

Transcurridos 90 días desde su nacimiento, y una vez que los ejemplares se han desarrollado adecuadamente, los pollos son cedidos por el Gobierno de Aragón para el reforzamiento de la incipiente población en Picos de Europa, donde, tras pasar un periodo de aclimatación, pasaran a formar parte de la población silvestre de la especie.