Somos Más recuerda que la violencia machista es más que agresión física

La violencia machista y sus diversas manifestaciones siguen creciendo, por lo que resulta imprescindible una comisaría específica y una mejor atención al mundo rural y a la juventud, según ha defendido este jueves Natalia Morlas, presidenta de la Asociación Somos Más, Mujeres Sobrevivientes a la Violencia Machista. 

En una entrevista en el programa Despierta Aragón de Aragón Radio en la que también ha intervenido Pamela, hija y víctima de violencia de género, Morlas ha explicado que la situación de las mujeres maltratadas se ha agravado durante los meses de confinamiento a raíz de la pandemia. “Para muchas mujeres ha sido horrible, como vivir en una jaula con un león. O te ha mordido o te va a morder”, compara. Y que ahora se traduce en cifras que no paran de crecer. “Hemos gestionado un 40% más de denuncias que el año pasado y entonces la cantidad ya fue superior que el anterior”, ha apuntado. 

Morlas ha explicado que ese terror no se limita únicamente a la agresión directa contra la maltratada, sino que puede traducirse en una violencia económica porque su maltratador no la deje trabajar o una violencia digital, que muchas mujeres identificaron después de unas charlas que dimos, puesto que su agresor la tiene controlada con programas espía con los que sigue sus pasos. Y también la violencia ambiental, que rompa una puerta y te diga que lo hace por no romperte la cara.  

Por eso ha reclamado una mejor atención del personal que atiende las denuncias. “Pedimos una comisaría UFAM (Unidad de atención a la Familia y la Mujer) que opere las 24 horas los 365 días del año para que la denunciante no tenga que estar tres y cuatro horas para poner una denuncia, que la ayuden a trazar una línea de tiempo a la hora de redactar lo que nos ha ocurrido y también a nuestros hijos”. 

Juventud y medio rural 

Su reivindicación viene porque, según ha denunciado, sigue habiendo mujeres que no denuncian ante el “calvario” que les supone hacerlo. Desde la “revictimización” que les supone, a que el maltratador se reúna con sus hijos “con un régimen de visitas tan amplio como si tuviera la custodia compartida”. Por eso, muchas dicen “prefiero que me pegue a mí”, ha lamentado.  

Por ello, Morlas ha recomendado que acudan a asociaciones como la suya: “Os vamos a guiar, os vamos a aconsejar para que la denuncia sea perfecta y no haya ningún resquicio por el que se puedan escapar porque hay que preparar las cosas bien, no podemos tirarnos a la piscina”, ha advertido. 

Pero, como ha explicado la invitada, ese paso adelante de la maltratada es todavía más duro en el mundo rural. “Todos se conocen y enfrente vive la madre del maltratador, a dos calles vive su prima. Las órdenes de alejamiento, ya difíciles de cumplir en cualquier sitio, allí se incumplen como les da la gana”, ha detallado. 

La juventud es otro campo en el que Morlas considera que queda “mucho trabajo por hacer”. “Debería haber una asignatura de igualdad desde Infantil”, ha propuesto. A su juicio en esas edades tempranas aparecen formas de violencia machista que provienen de ideas del “amor romántico”, “banderas rojas” que las chicas no ven, como “me controla porque me quiere”, pero, ha advertido, “el amor es libertad”. 

La entrevista también ha contado con el testimonio de Pamela, víctima de violencia machista e hija de mujer maltratada. Escucha su testimonio en el podcast adjunto.

016. Teléfono de atención a las víctimas de violencia de género. Es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.