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ECONOMÍA

Menos papel y más 'apps': los tickets digitales llegan al comercio aragonés como alternativa a las facturas físicas

A grandes empresas como Zara se suman en esta iniciativa también otras más pequeñas, como los 120 comercios zaragozanos que digitalizarán este proceso gracias a la implantación de una aplicación

L. B. /
120 comercios zaragozanos se suman a la digitalización de sus tickets. / Canva
icono foto 120 comercios zaragozanos se suman a la digitalización de sus tickets. / Canva

Vendedor y comprador finalizan una adquisición, pero, en esta ocasión, el cliente, en lugar de recibir un ticket físico en el que se especifican los datos de la transacción, puede acceder a su recibo a través de una aplicación móvil o desde su correo electrónico. Esta es la realidad que cada vez implantan más empresas. A grandes marcas textiles como Zara, Mango o Decathlon, que ya han puesto en marcha esta iniciativa, se suman también otras más pequeñas, como los 120 comercios zaragozanos que digitalizarán este proceso gracias a la implantación de la 'app' Doti de la mano del Ayuntamiento de la capital aragonesa, que ha destinado 38.000 euros a esta cuestión.

"Igual que hace unos años se acabó lo de proporcionar una bolsa de plástico en los comercios, este es el momento de dar un paso más y retirar la impresión de tickets apoyándose en la tecnología", afirma Alberto del Río, CEO de Doti. Sobre su proyecto, Del Río explica: "Somos una 'startup' nacida en diciembre de 2022 con la idea de ser una solución global para acabar con los millones de tickets de compra que se generan diariamente en el comercio físico". Doti tendrá Zaragoza como primer destino, aunque después esperan poder establecerse también en otras ciudades como Cáceres y Sevilla.

Pros y contras de la factura electrónica

Según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España, la lista de beneficios específicos de la factura electrónica es larga e incluye "acortar los ciclos de tramitación, incluido el cobro; reducir errores humanos; eliminar costes de impresión y envío postal; facilitar un acceso más rápido, ágil y fácil a las facturas almacenadas; reducir drásticamente el espacio necesario para su almacenamiento; mejorar el servicio al cliente; eliminar el consumo de papel y su transporte, con el consiguiente efecto positivo sobre el medioambiente; facilitar la lucha contra el fraude; subsumir la factura en los sistemas informáticos empresariales; y contribuir a la modernización de la economía y al desarrollo de la Sociedad de la Información".

Sin embargo, señalan que estas ventajas no podrán materializarse si no se superan importantes retos, entre los que destaca la adopción de esta práctica por parte de las pymes, que constituyen el segmento más importante del tejido empresarial español y europeo y su aceptación por los ciudadanos.

"Hay casos de tiendas pequeñas en las que todavía se escriben los tickets a mano en libretas", cuenta Begoña Abad, presidenta de la Asociación de Empresarios del Sector Comercial Zona Centro de Zaragoza. Por eso, Abad asegura que, para un gran porcentaje del pequeño comercio, la digitalización de las facturas es un proceso excesivamente complejo que podría resultar "contraproducente". Además, subraya que el perfil de los compradores, generalmente con edades superiores a los 45 años, también supone una limitación para poner en marcha esta iniciativa. "No les puedes hacer esto. Las grandes firmas lo pueden llevar bien, pero para las pequeñas puede ser negativo", concluye Abad.

Evitar la exclusión

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), su delegado territorial en Aragón, Alejandro Marín, señala que, aunque puede ser útil de cara a conservar estos documentos y ejercitar los derechos posteriores a la compra, la factura digital "siempre debe ser ofertada como alternativa a la de papel". "Quien quiera seguir con el ticket físico debe poder hacerlo, evitando así la exclusión de los sectores más vulnerables, como los mayores, o la de quienes carecen de competencias digitales. También puede ser útil de forma combinada al papel".

"El ticket es el documento que acredita la fecha de compra, importe, descripción de artículos adquiridos, datos de la empresa comercializadora... Sin una copia, en muchas ocasiones, resulta imposible ejercitar los derechos reconocidos, ya que los recibos bancarios no constituyen por sí solos el título jurídico que permite reclamar y pueden ser rechazados por el comercio", expone Marín. Por eso, en opinión de la organización de consumidores, "se debe reforzar a la vez que los medios físicos sean duraderos". "Muchos de estos recibos se realizan en papeles térmicos o con impresiones que no garantizan que duren o sean visibles durante los plazos de garantía legal ahora que son mucho mayores", añade Marín. 

En cuanto al problema de la protección de datos que plantea el uso de aplicaciones móviles, el delegado de la OCU en Aragón aclara: "Estas 'apps' deben garantizar una adecuada protección de la información personal, así como la de los hábitos de compra. Esta tiene un valor y goza de protección conforme a la normativa de protección de datos".