Mascarillas, aforos limitados y grupos burbuja, los nuevos esenciales en una boda

Las parejas que están planificando su boda viven con particular inquietud la evolución de la situación sanitaria y las limitaciones de la actividad social derivadas la pandemia de la COVID-19. Mascarillas, aforos limitados, grupos burbuja y distancias son elementos que ya han pasado a formar parte de la organización de estos eventos. En La Puebla de Valverde, en Teruel, este sábado celebran un casamiento al que asistirán 115 personas, casi 100 menos de lo previsto inicialmente por la pareja. 

Las restricciones para este tipo de eventos han cambiado. Desde el viernes, se permite un aforo máximo de 120 asistentes. Además, deberá haber una distancia de metro y medio entre las mesas de invitados, que no pueden superar los seis comensales en interior ni los diez en exterior. Como el resto de restaurantes aragoneses, deberán cerrar como tarde a las 23:00 horas y no se podrá utilizar la pista de baile. Como novedad, el titular del establecimiento anotará el contacto de todos los asistentes para facilitar el rastreo si se produjera un contagio.

"Son muchos los gastos fijos que tiene una boda"

Los restaurantes lamentan que con los cambios de medidas tienen que reorganizar todo "de una semana para otra", lo que supone un esfuerzo económico y logístico: "Vamos bastante apurados, porque al final son muchos los gastos fijos que tiene una boda", declara Elena Marco, cogerente del hotel La Fonda de la Estación. Los organizadores de enlaces -conocidos como wedding planner- también denuncian una mayor dificultad en su trabajo: "Muchas parejas querían horario de tarde y hemos tenido que realizar cambios a horarios de mañana", señala Sara Martínez, organizadora de bodas en Bohemian Love.

Ante la adversidad, creatividad. Empresas de eventos como los matrimoniales se están adaptando a las nuevas circunstancias. Un ejemplo son las invitaciones online, que permiten realizar cambios de última hora.