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DELINCUENCIA EN ARAGÓN

La cárcel o la muerte: el alto precio de pertenecer a bandas latinas

Aunque la Policía asegura que están controladas, estos grupos han protagonizado incidentes graves en Zaragoza. La educación es clave para que los jóvenes no se sientan atraídos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Ofrecer alternativas a los jóvenes es clave para evitar que acaben entrando en bandas.

En las últimas semanas han protagonizado reyertas e incidentes graves, con machetes de por medio, en las calles de Zaragoza, pero hace años que están en la capital aragonesa, al igual que en muchas otras grandes ciudades de Europa y América. Barrios como San José o Delicias se han convertido en el feudo de bandas latinas, como los Dominican Don't Play o los Black Panther. Aunque proceden de la República Dominicana, las integran jóvenes de todas las nacionalidades.

Desde la Policía Nacional, explican que actúan fundamentalmente en los parques y suelen llevar armas blancas. En algunos casos, incluso armas de fuego. La portavoz de Policía Nacional, Beatriz Gambón, relata que dentro de las bandas cometen delitos como tráfico de drogas, hurtos, robos con fuerza, y también amenazas y lesiones, llegando incluso a cometer homicidios.

Se caracterizan por sus uniformes, con pañuelos que los distinguen y gestos con los que se comunican para retarse y humillar al rival. Graban videos de rap o trap para enviarse mensajes, y las pintadas marcan sus territorios. En Zaragoza, la situación está controlada, dice la Policía, pero advierten de que las bandas no son ningún juego.

Sobre este fenómeno, el antropólogo Carles Freixer argumenta que no solo la crisis y la inmigración puede llevar a los jóvenes a entrar en estas bandas. Considera que en ellas encuentran funciones identitarias y culturales: "Sociabilidad, tiempo libre, de sentirse entre iguales, protegido, ayudado...". Por su parte, la investigadora de bandas latinas María Oliver incide en que estas personas construyen su identidad partiendo de que la sociedad les diga que solo valen para eso:  "Al final, el rechazo no nos gusta a nadie y te haces fuerte en esa idea", dice. 

Trabajar en la prevención y ofrecer alternativas es clave para evitar que estas bandas se alimenten con nuevos miembros. César Andrade ingresó en los Latin Kings en su Ecuador natal. Tras huir a España en 2003, acabaría detenido en 2009 por tráfico de drogas, cumpliendo cuatro años de condena. Ahora, trabaja para evitar que otros jóvenes caigan en el delito.

Freixer cree que el trabajo social, cultural y de investigación "es más eficiente y barato que mantener a un joven en la cárcel", asegura. Desde la Policía también aseguran que lo más importante es concienciarles de que "no es una buena opción". Y César recuerda:  "puedes acabar muerto, puedes terminar en prisión. Es ahí cuando te vas a arrepentir"

El programa Objetivo, de Aragón TV (21:35) profundiza en estas bandas en el programa de este lunes.