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REDES SOCIALES

Luc Lorén: "Para ser 'influencer' tienes que hablar desde el corazón"

Este aragonés suma 273.000 seguidores en Instagram y 461.000 en YouTube. Asegura que, para ser un buen influenciador, "debes tener un mensaje detrás"

L.SAAVEDRA / S. ROMEO / A. BEGUÉ /
icono foto Luc Lorén responde a las preguntas de Aragón Noticias.

Lucas Lorén, más conocido como Luc Lorén, nació en Zaragoza el 11 de mayo de 1993. Este 'influencer' aragonés, afincado en Barcelona, cuenta por miles a sus seguidores en redes sociales. Pese a su corta edad, lleva más de diez años trabajando en el sector y entre sus amistades más cercanas incluye a Aida Domenech / @dulceida, la que es considerada por muchos usuarios como la 'influencer' más importante del país. 

En esta entrevista para Aragón Noticias, Lorén, @lucloren en Instagram, desvela las claves de su éxito, analiza el presente y futuro de las redes sociales y aconseja a todos aquellos que quieran ser 'influencer', cómo deben entrar y mantenerse en este mundo.

¿Quién es Luc Lorén?

En Instagram me defino como 'Digital tv host' y 'Dj & showman' porque somos la imagen que proyectamos y uno se tiene que vender muy bien. Pero básicamente, soy comunicador y Dj. Siempre digo que tengo el corazón dividido entre la comunicación y la música y a eso me dedico. La plataforma a veces cambia, pero mi mensaje sigue siendo el mismo. 

¿Qué es para ti un 'influencer'?

La definición técnica sería un prescriptor de marcas que influye en la sociedad. Yo siempre he dicho que no por tener muchos seguidores eres un 'influencer'. Tu opinión tiene que impactar en el imaginario de las personas y para mí es mucho más 'influencer' un perfil que esté dedicado al nicho de la música que tenga 6.000 seguidores y que le sigan revistas de música, productores, que no tanto una persona que tiene muchísimas más cifras, pero no hay nada detrás de ese perfil. Los 'influencer' tienen que tener un mensaje detrás. En mi caso, yo hago divulgación social. Tienes que tener algo que contar.

¿Cómo te convertiste en influenciador?

Yo empecé paulatinamente. Conocía a Dulceida (Aida Domenech), que es mi mejor amiga, hace 12 años cuando llegué a Barcelona. El blog de Dulceida poco a poco iba creciendo. Para mí, Aida es un ejemplo de estudio sociológico, porque siempre ha sabido saltar de una plataforma a otra. Empezó en Blogspot, luego saltó a Instagram, Youtube y televisión. Otros amigos y yo, que estábamos a su lado, le editábamos el canal y empezamos a conseguir seguidores por formar parte de su vida. Dentro de su círculo, los que supimos crear algo con cara y ojos desarrollamos nuestra propia marca. Recuerdo una noche en la sala Razzmatazz, que fuimos a pinchar, y empezaron a pedirnos fotos y a gritar nuestros nombres. Nunca nos había pasado eso y aquella noche me di cuenta que esto se estaba convirtiendo en algo gordo. 

Tienes una sección dedicada a la salud mental, ¿hay necesidad de hablar y escuchar sobre el tema?

En mi caso, empezamos casi de casualidad, hablando de transexualidad y del colectivo LGTBI+ y nos fuimos dando cuenta que construyendo esta plataforma teníamos un pequeño poder que debíamos usar con responsabilidad. A raíz de ahí, empezamos a abanderar discursos que tratan de hablar de realidades incomprendidas por la sociedad y en este caso la salud mental era una de ellas. 

Estoy contento, porque cada vez se está hablando más de ello. Es verdad que se habla más a partir de la pandemia, aunque los problemas con la salud mental siempre han existido, pero ahora están aumentando los suicidios. Es cierto que la post pandemia está afectando mucho, principalmente a los jóvenes. 

¿Estáis los 'influencer' sometidos a mucha presión?

Ahora son muchos los jóvenes que quieren ser 'influencer', pero creo que la gente no es consciente de la carga emocional al estar expuesto 24/7 (24 horas, siete días a la semana). Siempre tienes que dar la cara. Parece, desde fuera, que hacemos una foto y ganamos dinero, pero en realidad hay mucho más. Nos comportamos como auténticas agencias de publicidad, porque seleccionamos a nuestros clientes, nuestra estrategia, llevamos nuestra cuenta, nos encargamos de la producción audiovisual de nuestros contenidos.... Conlleva mucho trabajo y evidentemente tienes que rodearte de un equipo porque solo no llegas a todo esto. 

Además, la gente piensa que todo lo tenemos gratis, que es lo que más gracia me hace. Piensan, 'esta gente tiene una vida maravillosa porque le llevan gratis a los hoteles, comen en buenos restaurantes'... Pues no. Las redes sociales están empezando a acarrear problemas y trastornos mentales que se han de vigilar. Sobre todo visibilizar. No es un trabajo que todo el mundo esté preparado para hacer. Nuestra vida virtual tiene un impacto en nuestra vida real y es muy complicado saberlo separar. Creo que si te dedicas a redes sociales y sientes que necesitas ayuda animo a pedirla, es sano, para tener poder gestionar un trabajo que no es nada sencillo.

¿Es complicado llegar a ser un buen 'influencer'?

No creo que sea tan complicado ser un buen 'influencer'. Con este cambio de paradigma que ha habido en las redes sociales... Antes solo había Instagram y ahora el contenido se diversifica mucho Twitch, TikTok, Youtube... Llegar es relativamente fácil si te saber comportar como una agencia de publicidad. Creas un 'breafing', saber tratar a tus clientes, crear un código para conectar con la gente, puedes hacerlo, pero lo complicado es mantenerse. Es a lo que nos enfrentamos los 'influencer' veteranos que llevamos casi una década en esta profesión.

La gente siempre quiere más y no vale siempre hacer lo mismo. Estamos viendo además, que en redes sociales hay muchísima gente, con muchísimos perfiles diferentes y muchísimo talento. A veces nos creemos súper genuinos y con ideas únicas, pero no. Se trata más de cogerte tu huequito. Mantenerse requiere profesionalidad y tener los pies en el suelo. 

¿Te afectan las críticas?

Hay gente que ya directamente se ha vuelto inmune. Pero yo creo que las críticas nunca dejan de afectarte. Puedes aprender a gestionarlas mejor, yo en mi caso ya llevo casi tres años en terapia y tengo cada vez más herramientas para poder gestionar emocionalmente lo que supone una mala crítica. Puedes tener 500 comentarios buenos en un vídeo, que si tienes diez malos, te vas a fijar en los malos, y a mí eso me ha pasado mucho. Pero al final, son las normas del juego, es algo que tienes que aceptar cuando estás expuesto, por eso siempre digo que no es una profesión muy sencilla. A veces, el precio que tienes que pagar es bastante alto.

Además de la salud mental, ¿qué temáticas son las que más te gusta abordar en las redes y por qué?

Yo siempre digo que todos tenemos una voz y hay minorías que necesitan una plataforma para que esa voz se escuche. Me gusta que la gente reflexione en su cada. Cada vez me gusta más tratar los temas de un modo periodístico, es decir, imparcial. Uno de mis vídeos favoritos fue cuando pasó todo el tema de los presos políticos aquí en Cataluña yo salí a la calle y estuve tres días entrevistando a gente, que incluso la policía me llegó a disparar balas de 'foam'. Entrevisté a aquellos que tenían bandera independentista y española, porque quería entender a la gente. Al final, si no te puedes sentar en una mesa a hablar con alguien que es diferente a ti la sociedad no sería posible. La diversidad es diversidad de pensamiento. 

Tan pronto te hablo de la libertad sexual y de género, pero también te hablo de la libertad de culto. Intento dar cabida a todos los temas que tienen categoría de social y hacen reflexionar a los jóvenes. Parece que no nos queremos informar y eso no es real. Lo que pasa es que a veces los jóvenes recurren menos a los medios tradicionales de información y van a canales como el mío u otros formatos con debates en los que participan personas más jóvenes. 

La gente tiene muchas ganas de informarse, yo siempre he dicho que la información es poder y toda la información que pueda dar a mis seguidores es algo que me reconforta mucho, la verdad.

Profesionalmente, ¿qué retos de futuro te gustaría realizar?

Yo siempre he dicho que me veo en medios tradicionales. Me gustaría tener algún formato en televisión o en la tele digital que es lo que se está creando ahora. Las marcas también están apostando por crear muy buenas producciones audiovisuales en plataformas 'streaming'... Por ahí podría estar mi futuro. También me voy dejando mucho llevar. No le tengo miedo a nada. Cuando estaba en la universidad ya trabajaba de realizador. Nada más terminar estuve dos años en una agencia de publicidad. Siempre me he dedicado a lo mismo, lo que pasa es que ahora me pongo delante de la cámara. 

¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren ser 'influencer'?

Los 'influencer' tienen muchos seguidores por su espontaneidad, tienes que hablar desde el corazón y conforme a tus valores para que la gente te crea. Una de las cosas más valiosas que tenemos los 'influencer' es nuestra credibilidad, hay que hablar desde la verdad o no funcionaremos.

En tu opinión, ¿los 'influencer' han llegado para quedarse? ¿habrá evolución? Y si la hay, ¿cómo será?

No creo que sea una moda. Se ha abierto un sector de mercado y las marcas cada vez invierten más en marketing de 'influencer' porque es una manera de hacer publicidad muy directa y más tangible. Puedes saber si esa publicidad ha sido un éxito de forma más sencilla y, además, es mucho más barato. Es una nueva forma de hacer publicidad que siempre se va quedar aquí, lo que pasa que hoy se llaman 'inlfluencer', antes se llamaban 'blogger' y no sabremos cómo se llamarán en el futuro.

Ahora mismo la plataforma más potente es Instagram, pero no sabemos cómo evolucionará. Lo que sí está claro es que tienes que estar siempre al loro de la actualidad, de dónde se van los usuarios. Aida siempre ha hecho eso muy bien. Ha sabido trasladar su comunidad de una plataforma a otra. Esa es la misión a la que nos enfrentamos los 'influencer' ahora, no solo preocuparnos de nuestro contenido, además hay que renovar la comunidad y en nuevas plataformas. 

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