Los vecinos del Casco Histórico no creen que la instalación de cámaras haya mejorado la seguridad

Los vecinos del Casco Histórico consideran que la instalación de ocho cámaras de vigilancia, que controlan, entre otras, los cruces de las calles Cerezo, Boggiero, Aguadores, San Blas o Las Armas, no han servido para incrementar la seguridad en la zona. 

El presidente de la asociación de vecinos Plataforma Gancho-Pignatelli, Óscar Villanueva, señala que la videovigilancia “no se ajusta a lo que se había pedido en un principio, porque las cámaras que se tenían que haber puesto son las de bola, que controlan las tres calles”. “Pero las de ahora -continúa- solo abarcan una calle, y las otras se quedan fuera de control”. 

Así lo han trasladado en la reunión que han mantenido este viernes con los integrantes de la Junta de Distrito, y otras seis asociaciones vecinales y de comerciantes de la zona, además de la Policía Local, la Policía Nacional o el Gobierno de Aragón, con el objetivo de analizar la situación y avanzar en los planes de mejora. 

Por su parte, el presidente de la Junta del Casco Histórico, Alfonso Mendoza, admite que con la instalación de esas cámaras no se puede garantizar la seguridad al cien por cien, “pero sí ayuda a aumentar la seguridad, y también la posibilidad de que los comerciantes, y los vecinos quieran volver”, señalaba. “Queda mucho por hacer, porque se hizo muy poco en los años anteriores, pero estamos dispuestos a recorrer ese camino con los vecinos”, ha asegurado. 

La construcción y rehabilitación de inmuebles para vivienda pública es otra de las prioridades de los vecinos. Y Mendoza ha destacado, en este sentido, los proyectos de remodelación de la calle Predicadores o de la residencia Pontoneros, y el plan de mejora urbanística Zamoray-Pignatelli.