Los vecinos de Caspe recuperan el agua de boca después de cinco días sin poder beber del grifo por su turbidez

Los vecinos de la localidad zaragozana de Caspe han recuperado el agua de boca este lunes, tras cinco días sin poder consumir el agua del grifo debido a la turbidez que provocaron las últimas lluvias. Los caspolinos, acostumbrados ya a esta situación que se repite, cuentan con botellas y garrafas en sus casas. "Compramos embotellada para beber y según qué cosas hacemos para comer, también la usamos", comenta una vecina. 

Los negocios de la zona son los que más han notado la afección. Las panaderías agrupadas, por ejemplo, han desembolsado 700 euros para la compra de 800 litros de agua. Un gasto que se suma a los que ya tienen, pero que, dicen, es imprescindible para poder subir la persiana cada mañana. 

Una situación similar han vivido en bares y cafeterías del municipio. Sara Samper tiene un bar en Caspe, allí acuden cada mañana vecinos para tomar el café: "Hubo una tarde entera en la que solo hicimos cafés de sobre". Una situación que, por suerte, fue puntual, ya que la encargada del establecimiento fue previsora e instaló un filtro en la cafetera. 

Que el agua del grifo no sea apta para el consumo humano no es nuevo. Las escorrentías afectan al abastecimiento cuando se producen fuertes tormentas. 

Para reducir las afecciones, el Ayuntamiento lleva más de seis años trabajando para poner en marcha una nueva potabilizadora. "Después de muchos años, estamos cerrando ya los pliegos, tanto administrativos como técnicos, y espero que a finales de este año podamos tenerlos ya", señala Gabriel Luena, concejal de Urbanismo. 

La instalación, además de mejorar la calidad del agua, permitirá contar con una balsa de suministro alternativo para 20 días.