Los tauros arraigan en la Sierra de Albarracín

La manada de tauros que llegó a la Sierra de Albarracín se ha adaptado con éxito a estos montes. Prueba de ello son los seis novillos que han nacido en 16 meses que, además de fomentar la recuperación de la raza, también es una baza para el mantenimiento forestal de 6.000 hectáreas.

Los tauros llegaron desde Países Bajos hace algo más de un año y su adaptación a estos montes de Calomarde y Frías de Albarracín ha sido inmejorable. "Los tauros nacen y son creados por la Fundación Taurus de Holanda. Desde el parque de La Maleza conocíamos el proyecto de recuperación del Uro hasta que conseguimos traer Tauros hasta Teruel. El tauro comparte un un 94% de genética con el uro, entonces viene a ocupar el nicho ecológico que el uro dejó vacío", explica Ricardo Almazán, director del Parque La Maleza. 

Gracias a su alimentación, los tauros son capaces de mantener el monte limpio, porque sus estómagos digieren las pequeñas ramas. "Ellos comen durante muchísimas horas al día. Son animales muy grandes, con una gran capacidad de ingesta. Y por su forma de alimentarse, entre la cantidad que comen y el tipo de matorral que comen, al final es un bombero 24 horas excepcional", señala Almazán.

De esta forma, los animales cuidan de 600 hectáreas de monte en la Sierra de Albarracín, y ya se busca para ellos más territorio. Cuando la manada sea más grande, la intención es enviar a algunos ejemplares a otros lugares de la península Ibérica.