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El robo de cascos deja a medio gas el servicio de motos eléctricas de alquiler en Zaragoza

Los usuarios denuncian que en la mayoría de ocasiones los vehículos no incluyen casco, o tienen solo uno. Según el pliego técnico aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza, los vehículos deben contar siempre con dos

A. MORA /
Presentación del servicio de motos eléctricas de Cabify en Zaragoza. / Europa Press
icono foto Presentación del servicio de motos eléctricas de Cabify en Zaragoza. / Europa Press

El servicio de alquiler de motocicletas eléctricas que prestan en Zaragoza las empresas Reby y Cabify no funciona con normalidad como consecuencia del robo de cascos, según han denunciando varios usuarios a Aragón Noticias. Estos explican que es habitual encontrarse el maletero vacío o con solo uno, lo que hace imposible viajar cuando van a utilizar el vehículo dos personas. A consecuencia de esto, se ven muchas menos motos eléctricas de alquiler circulando por la capital aragonesa, como se puede observar en la oferta de vehículos disponibles que aparece en las aplicaciones de las adjudicatarias..

Además, la falta de cascos tiene como consecuencia el incumplimiento del pliego técnico del concurso por el que ambas empresas obtuvieron su licencia para explotar el servicio en Zaragoza, en julio de 2021. En él se especificaba el compromiso de que las motos contarían siempre con dos cascos en su maletero.


Detalle del pliego técnico en el que se exige que las motos lleven siempre dos cascos. / Ayuntamiento de Zaragoza

Ni Reby ni Cabify -empresas que ofrecen el servicio- han facilitado las cifras de robos ni han explicado qué se está haciendo para evitarlos o reponer los cascos desaparecidos. Así que no es posible saber si están tomando medidas para evitar el problema o cuáles son.

Lo que es seguro es que los robos se producen. En algunas de las tiendas de compraventa de productos de segunda mano de Zaragoza confirman que más de una vez alguien ha intentado venderles uno de estos cascos, y desde la Policía Local reconocen que han visto a algún motorista llevando uno mientras circula en su vehículo privado. Cuando eso sucede, le obligan a parar para averiguar de dónde lo ha sacado.

La situación genera molestias en los usuarios, que al llegar al vehículo y abrir el maletero descubren que no hay casco. “En una ocasión, intenté alquilar dos motos seguidas, y en ninguna de ellas había casco. Se suma el tiempo que pierdes yendo a los vehículos, el tener que ir andando porque no puedes coger la moto... Al final, llegas tardísimo”, explica Víctor Gracia, usuario de ambos servicios desde que empezaron a funcionar en Zaragoza. “De las siete últimas que he intentado coger, en cinco el maletero estaba vacío”, añade.

En el caso de Enrique Abad, de los seis últimos intentos la mitad han sido infructuosos por el mismo motivo. “Informé a través de la aplicación, me dieron las gracias y ya está. Pero me quedé sin poder viajar”, indica.

Desde que se instauraron en Zaragoza, también las utiliza Adrián Tirado, que durante las pasadas fiestas del Pilar no podía utilizar su motocicleta particular de marchas por tener el pie inmovilizado. Cuando intentó alquilar una eléctrica tuvo que abrir tres maleteros para juntar dos cascos: “Ninguna de las últimas diez motos que he intentado alquilar tenía los dos cascos, y la mitad de ellas, directamente ninguno”. Por eso, en ocasiones este usuario ha tenido que salir de casa con dos cascos de su propiedad: “Si no, nunca tienes la seguridad de que podáis viajar dos personas”.

En ocasiones, se cobra al usuario a pesar de no haber dado el servicio

Ambas empresas dan un ‘tiempo de gracia’ de alrededor de un minuto para que el usuario pueda devolver el vehículo sin pagar nada cuando no está en condiciones. Pero a veces hay fallos en la aplicación que impiden devolver la moto antes del tiempo estipulado, como le sucedió a Víctor: “Vi que no había casco, notifiqué la incidencia a la empresa e intenté devolver la moto, pero la aplicación dio error durante bastante tiempo. Cuando al final pude hacer la devolución, me habían cobrado 23 céntimos. Protesté a Cabify pero no me devolvieron el dinero”.


Detalle del cobro tras el viaje que Víctor Gracia no pudo realizar porque no había casco.

Algo parecido le ocurrió a Lara Gómez, otra usuaria del servicio: “Le di a empezar viaje y la moto no arrancaba porque estaba averiada. Tuve que apagarla y vi que me habían cobrado. Protesté a través de la app y me dieron un bono de 2,5 euros”.

Esa es la solución más habitual del servicio de reclamaciones con el que cuentan ambas compañías, que en la mayoría de ocasiones solventa cualquier queja (ya sea la falta de cascos, que la moto no arranque o que deje de funcionar en marcha en mitad de un trayecto, poniendo en riesgo la seguridad del conductor) con un bono de entre dos y tres euros para el próximo uso. 

Reby y Cabify tampoco han facilitado datos sobre el sistema de mantenimiento y reparación de sus vehículos, pero hablando con sus usuarios no es difícil encontrar quejas. Lara, por ejemplo, se ha encontrado con varias motos que no pasaban de los 30 kilómetros por hora, igual que Adrián, quien señala: “Si van bajas de batería, con dos personas montadas es difícil subir una cuesta. Y eso compromete la seguridad, porque también he visto motos sin frenos o que frenaban muy poco”.

¿Están funcionando en Zaragoza todas las motos comprometidas?

En la adjudicación del servicio del Ayuntamiento de Zaragoza se contempla la posibilidad de que entre Reby y Cabify sumen 900 motos eléctricas en servicio. Las dos empresas comenzaron su actividad (Reby, en diciembre de 2021, y Cabify, en enero de 2022) con una flota menor, de más o menos la mitad de vehículos, con el compromiso de poder aumentarla en el futuro.

Actualmente, quizá por la imposibilidad de circular porque no hay cascos o por el estado de las motos, hay muchas menos funcionando: una consulta en las dos aplicaciones el jueves 3 de noviembre a las 14:00 mostró 42 vehículos de Cabify disponibles y 62 de Reby. Habría que sumar los que estuvieran en funcionamiento en ese momento, que no aparecen en el mapa, pero la cifra parece lejana de la flota con la que ambas empresas comenzaron a dar servicio en Zaragoza.


Capturas de pantalla de las aplicaciones de Reby y Cabify en las que se ven los vehículos disponibles.

“No se ven muchas motos aparcadas y aún menos en circulación”, señala Adrián, que considera que el servicio ha empeorado desde que comenzó a ofrecerse. Una opinión similar tiene Enrique, que pone un ejemplo del abandono: “Llevo tres meses viendo la misma moto de Reby aparcada debajo de mi casa. Como no está disponible para alquilar, les mandé un mensaje y una fotografía para avisarles y que pudieran recogerla. Todavía no han hecho nada

El Ayuntamiento solo puede actuar si se producen quejas

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza explican que el 'motosharing' no es un servicio municipal, sino que el Consistorio expide la licencia de explotación a Reby y Cabify y son las dos empresas las que deben responsabilizarse. Añaden que si reciben quejas de los usuarios, o si en una inspección de servicio se comprueba que no se cumplen las condiciones del pliego, sí pueden tomar cartas en el asunto, instando a las licenciatarias a que mejoren el estado de los vehículos.

De momento, indican, no tienen constancia de quejas en oficinas municipales sobre el funcionamiento de las motos de alquiler. Pueden presentarse a través de la página web del Ayuntamiento o presencialmente, en la sede de la plaza del Pilar o en el edificio Seminario. En cuanto al número de quejas que reciben las propias empresas a través de sus aplicaciones, tampoco han accedido a facilitar el dato.

Algunas compañías han introducido sistemas antirrobo

El robo de cascos que impide el alquiler de motos eléctricas no es un problema exclusivo de Zaragoza. Se da prácticamente en todas las ciudades donde se ofrecen este tipo de servicios, y no solo perjudica a los usuarios, también a las empresas, pues las pérdidas económicas que les supone son importantes. Por eso algunas empresas, como Muving (que dio servicio en Zaragoza desde septiembre de 2017 hasta abril de 2021) han introducido sistemas antirrobo para evitar que los usuarios se lleven los cascos después de utilizar el vehículo. Hasta el momento, ni Reby ni Cabify han anunciado si plantean alguna medida para evitar que se roben sus cascos.