El atractivo de los pueblos turísticos y el riesgo de morir de éxito

Siurana, un pueblo de la provincia de Tarragona con apenas 30 habitantes, ha rechazado entrar, por el momento, en la lista de “Los pueblos más bonitos de España”. El alcalde de esta pequeña localidad, Salvador Salvadó, ha explicado en 'Despierta Aragón', de Aragón Radio, que el motivo del rechazo es la masificación importante de la localidad. "No decimos que no, pero con las infraestructuras que tenemos ahora mismo, es imposible entrar. No tenemos ni wifi ni Internet", ha recalcado Salvadó. 

José Antonio Torralba, alcalde de Las Peñas de Riglos (Huesca), un municipio de apenas 60 habitantes que incluye a la localidad de Riglos y sus Mallos, ha comentado que también sufren la masificación en los fines de semana. Motivo por el cuál, se replantearían aceptar la denominación: "No nos lo han ofrecido nunca pero no sé si estaríamos por la labor. Si ahora nos ofrecieran el pueblo mas bonito de España, lo que nos faltaba".

Asimismo, ha explicado que varios años han tenido que cerrar el acceso al casco histórico por las grandes masificaciones de coches y autobuses. "A una mujer le dio un infarto porque el vehículo no pudo llegar porque los turismos estaban aparcados al lado de la carretera y no tenia sitio para poder entrar, ha recalcado. 

Es por ello que desde el año pasado, el parking es de pago, para dar solución al problema existente. "Hay mucha gente que estamos viviendo del turismo pero tampoco nos gusta las masificaciones. Que los turistas se repartan en otros municipios cercanos, que son espectaculares", ha subrayado el alcalde. 

Una oportunidad para frenar la despoblación

En la otra cara de la moneda, para la localidad turolense de Valderrobres, la etiqueta de uno de 'Los Pueblos más Bonitos de España' ha supuesto un impulso para crear empleo en este municipio turolense y luchar contra la despoblación. "Nos ha servido no solo para que lo sepamos nosotros, sino para que la gente nos conozca y vengan a visitarnos y lleguen ingresos para que el municipio siga creciendo", ha apuntado su alcalde, Carlos Boné. Ha resaltado que en los últimos 20 años, han pasado de 2.000 habitantes a 2.500. 

Recibida la distinción en 2014, indica que desde entonces, "el crecimiento ha sido exponencial". Por ejemplo, ha evidenciado que las visitas del Castillo de la localidad a finales de 2013 se situaban en 17.000 mientras que el año pasado superaron las 40.000.  

Indudablemente, el alcalde subraya que también hay inconvenientes como problemas en el parquin o en la hostelería, pero insiste en que es "un bendito problema" que intentan solucionar incrementando las zonas de aparcamiento.