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NUEVOS HÁBITOS

¿Pagar unos chicles con tarjeta? El virus y los dispositivos tienen la culpa

Los abonos con este método aumentan un 15% y son pocos los establecimientos aragoneses que rechazan contar con un datáfono

RAQUEL PLOU /
Cartel en la carnicería de José Moya, en el Mercado Torrero (Zaragoza).
icono foto Cartel en la carnicería de José Moya, en el Mercado Torrero (Zaragoza).

El uso de tarjetas de crédito en las compras comerciales ha seguido una tendencia al alza en los últimos años y, de manera más acusada, durante la pandemia. A ello han contribuido la implantación de aplicaciones móviles y relojes inteligentes, que permiten hacer transferencias de dinero sin hacer uso físico de las tarjetas, y el temor a contagiarse de la COVID-19 por el intercambio de billetes y monedas. Como consecuencia, muchos establecimientos aragoneses que todavía no contaban con el sistema TPV (Terminal Punto de Venta) -los datáfonos- tuvieron que adaptarse, aunque aún quedan algunos que se resisten. A nadie le extraña hoy pagar con tarjeta unos chicles, el periódico o el pan.

Según una estadística del Banco de España, en 2020 el volumen de ventas por medio de tarjetas ascendió a 160.551 millones de euros, lo que se tradujo en que los comercios pagaron a las entidades financieras unos 562 millones de euros (un 15% menos que en 2019, que el sector atribuye a que la tasa media que los bancos aplican a las tiendas ha disminuido y a un generalizado menor volumen de ventas, por la crisis económica).

Sin embargo, el número de operaciones realizadas con tarjeta en el primer trimestre de este 2021 ha aumentado en el conjunto del país un 15,18 %, con respecto al mismo periodo del 2020, lo que supone 1.259 millones de operaciones.

                                                                                                                                                                                                                                     
Operaciones de compra en terminales de punto de venta. Fuente: Banco de España.

Al contrario, la retirada de dinero en efectivo de los cajeros por parte de los españoles ha descendido un 20,38 % en este primer trimestre, sumando un total de 142.459 operaciones.

                                                                                                                                                                                                                                     
Operaciones de retirada de efectivo en cajeros. Fuente: Banco de España.

La pandemia les obligó a adaptarse

En el Mercado Torrero (Zaragoza), el carnicero José Moya mantiene su puesto desde hace 49 años y decidió introducir el pago con tarjeta al inicio de la pandemia. “Nunca me lo había planteado, si no hubiera salido esto del virus tampoco me lo habría puesto. La gente aquí es más propensa a pagar en efectivo”. También reconoce que dio el paso, porque “es importante dar comodidad al cliente”.

El pescadero del mismo mercado, Mario Camacho, también introdujo este sistema en su negocio con la llegada de la COVID-19, aunque asegura que, actualmente, el porcentaje de personas que pagan con tarjeta es muy similar al de los que pagan en efectivo: “Depende de cuánto dinero es la compra. Si es mucha cantidad, normalmente te pagan todos con tarjeta, pero todavía hay muchos que siguen pagando con dinero. Yo creo que mitad y mitad”.

Datáfono de la pescadería de Mario Camacho.

Lola, clienta de esta pescadería, afirma que en el pequeño comercio suele pagar en efectivo, "por proximidad y por darle un beneficio a estos comerciantes y no al banco, pero en las grandes superficies o gasolineras no me importa usar la tarjeta”. José, por su parte, prefiere pagar en metálico, porque “es más fácil”. “Durante la pandemia, no he tenido ningún problema con el dinero en efectivo, me lo han cogido correctamente”, matiza este vecino del barrio.

Comisiones por el uso del pago con tarjeta

El secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS), Vicente Gracia, recuerda que “el pago con tarjeta no es obligatorio y, por lo tanto, siempre ha quedado a decisión del comerciante, aunque está prácticamente generalizado”. De esta manera, cada comercio marca su propia política y también es cada entidad financiera la que establece sus condiciones a la hora de cobrar las comisiones. De hecho, en los últimos años, estas tasas se han rebajado del 1,59% de media en 2002 al 0,35 % en lo que llevamos de 2021, según el Banco de España. También cabe destacar que las tiendas de alimentación son las que menos tasa suelen pagar –una media de un 0,22 % en 2021, frente al 0,62 % que pagan, por ejemplo, los hoteles–.

“Depende del tipo de actividad, del volumen de operaciones que realiza el establecimiento con las tarjetas, el grado de vinculación que tiene ese empresario con la entidad financiera en concreto… Si esa empresa pasa los pagos correspondientes de trabajadores, los cobros, etc. Tendrá más posibilidades de negociar una mejor tasa de descuento”, explica Gracia.

En la carnicería de José Moya pagan al banco un 0,3 % de comisión por cada venta, lo que les supone unos 40 o 50 euros mensuales por tener un datáfono. En el caso del puesto de encurtidos que regenta Mª José Almudí –también en el Mercado Torrero–, tiene una cuota fija de 8 euros al mes, independientemente de que se use el pago con tarjeta o no. 

Reacios a la implantación de datáfonos

Sin embargo, algunos establecimientos todavía se muestran reacios a utilizar estos aparatos. Según Vicente Gracia, la desconfianza llega “por esas tasas de descuentos que cobran las entidades financieras al comercio por cada operación, que tiene un coste para la empresa”.

Es el caso de la peluquería para caballeros y niños de Begoña Girona. “Hasta ahora no me ha surgido el tener que ponerme un datáfono, porque mi clientela no me lo demanda, mis servicios tampoco son un precio alto como para que la gente no lleve metálico encima y, de momento, no me lo planteo, no tengo esa necesidad”, expone. Esta peluquera, que asegura no haber tenido ningún problema por este motivo durante los meses de pandemia, tampoco considera que la falta de un sistema de pago con tarjeta le lleve a perder clientes.

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