“Se ha volcado todo el pueblo en las tareas de extinción”

Medio centenar de vecinos de Nonaspe se sumaron a los efectivos de bomberos en las tareas de extinción en la tarde del jueves para evitar el avance de un incendio que comenzó a unos dos kilómetros del casco urbano y que ha arrasado ya más de 1.200 hectáreas de monte y cultivos.

“Se ha volcado todo el pueblo”, explicaba Fernando Taberner, teniente de alcalde de la localidad. Él fue uno de los que trabajó en la tarde del jueves junto a los bomberos. “He estado media noche ayudando junto a mi hijo y un amigo suyo. Uno de los fuegos saltó la carretera A-1411, en la zona de Las Planetas y era peligroso que se extendiera más”, cuenta Taberner.

El conocimiento de los voluntarios de los accesos más seguros a ciertas partes del monte resulta esencial para facilitar el trabajo de los efectivos. A lo largo de la noche, siete unidades terrestres han trabajado por todo el perímetro del incendio y desde primera hora de la mañana de este viernes están trabajando también medios aéreos, que se han reforzado.

El viento ha dado una tregua en la noche del jueves. “A partir de la media noche el viento ha parado, como estaba previsto, y hemos podido adelantar 500 metros a la cabecera del fuego. Ahora está entre dos carreteras y parece que si no se levanta aire, podría ser más fácil controlarlo", explica Joaquín Llop, alcalde de la localidad. 

"Se ha quemado pinar y monte bajo, pero también ha afectado a campos de regadío, a campos de almendros y a frutales. Al menos, no ha habido daños personales. Hubo que desalojar a dos familias, pero había tiempo suficiente y pudieron llevarse sus cosas y retirar los tractores y demás maquinaria", indica el edil. Con todo, Llop se muestra optimista y confía en que pronto se pueda dar por controlado el fuego.