Los investigadores aragoneses, piezas esenciales para mejorar la calidad de vida

Aragón es una comunidad líder en investigación científica. En campos como la ciencia, la salud, la energía o la astrofísica, equipos aragoneses encabezan proyectos a escala internacional para combatir enfermedades, cuidar el medio ambiente o entender el origen del cosmos. Son desafíos que serán posibles gracias a los mejores expertos y la última tecnología del mercado.

En el corazón de los Pirineos, en Canfranc, está uno de los centros científicos más importantes del país. Casi un kilómetro bajo tierra, cerca de 300 investigadores, como Carlos Peña, su director, trabajan para descifrar el secreto mejor guardado: cómo fue el origen del universo. Las primeras investigaciones de este laboratorio se hicieron en el propio túnel, a finales de los 80. Ahora, este espacio alberga 23 experimentos de carácter internacional. NEXT, es el más prometedor. Después de una primera fase experimental, su infraestructura está en crecimiento. "Estamos intentando demostrar hechos esenciales que han caracterizado cómo fue la formación inicial de los componentes que nos forman a nosotros. Sin este proceso creemos que no se hubiese dado la formación de materia y el universo solo sería luz", explica Peña.

El laboratorio subterráneo de Canfranc alberga 23 experimentos de carácter internacional. (Objetivo)

Mejoras en la calidad de vida

El Servicio de Apoyo a la Investigación (SAI) de la Universidad de Zaragoza, en el que trabajan 70 técnicos, resuelven las necesidades de los investigadores. Javier Sesé, su director, comenta que los usuarios que acuden pueden ser de cualquier universidad y demandan diseños y prototipos diferentes. En 2021 el SAI atendió más de 6.300 peticiones realizadas por cerca de 800 usuarios. Esta es una de las grandes contribuciones de la Universidad a la carrera científica mundial, pero no es la única.

Otro punto clave es el Laboratorio de Microscopías Avanzadas. Hasta aquí llegan investigadores, empresas y laboratorios de ámbito nacional e internacional para conocer la composición de los materiales que utilizan en sus campos. "Prácticamente cualquier campo de investigación que nos imaginemos necesita visualizar el material con el que se está trabajando y analizarlo y entender su composición química", expone Pilar Cea, su directora.

Por otro lado, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Zaragoza pertenece a la plataforma TRANS-ENER, que busca soluciones de almacenamiento de energía generada con hidrógeno. "Desarrollamos son los catalizadores para que esos dispositivos funcionen con un objetivo, abaratar el coste y utilizar otro tipo de materiales, de metales, que estén más disponibles y sean más baratos", explica María Jesús Lázaro, delegada institucional del CSIC.

María Jesús Lázaro es la delegada institucional del CSIC en Aragón.(Objetivo)

Investigación para enfermedades procedentes de animales

Hay investigaciones en la Comunidad que aunque tienen una trayectoria más larga, siguen incorporando nuevas tecnologías y equipos. Por ejemplo, en la lucha contra el mal de las vacas locas. Más de 20 años después de su peor pico, en medio de una crisis alimentaria de escala mundial, esta patología está controlada pero no extinguida y tampoco tiene cura conocida. Por eso, los avances en el diagnóstico precoz son fundamentales. La investigadora Alicia Otero explica que el principal reto es que son difíciles de detectar. Con sus técnicas pueden averiguar "si en ese suelo, si en ese medio ambiente hay priones que pueden representar un riesgo para un nuevo rebaño que vuelvas a introducir", revela Otero.

Aragón cuenta con uno de los equipos punteros en la materia: el Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, liderado por Juan José Badiola. Aquí se han diagnosticado 600 reses afectadas por el mal de las vacas locas pero sus investigaciones también han permitido realizar avances en otro tipo de enfermedades degenerativas con afección humana. "Por ejemplo, el Alzheimer, o Huntington, se sabe ahora a través de nuestro avance que esas enfermedades también están producidas por el depósito de proteínas patológicas", revela Badiola.

Combatir enfermedades, cuidar el planeta o entender el origen del cosmos son tareas titánicas en las que los equipos aragoneses han sido y serán importantes aliados.