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AUDIENCIA DE ZARAGOZA

Los hijos de la acusada de matar a su marido en Calatayud se contradicen en su declaración

En esta segunda sesión también han participado los policías a los que la presunta asesina confesó el crimen

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto En la segunda sesión han declarado los hijos del matrimonio.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha acogido este martes la segunda sesión del juicio a Mari Carmen, la mujer acusada de matar a su marido, Raimundo Medrano, exmano derecha del Lute, en Calatayud, en el año 2015. En esta jornada, los tres hijos de la pareja han declarado, aportando unas versiones muy distintas sobre la relación de sus padres. 

La pequeña de los tres hermanos ha asegurado que su madre, la ahora acusada, ha sufrido malos tratos desde que tiene "uso de razón". Ha explicado también que era una mujer "sumisa", que vivía aterrorizaba, que, ante él, "no tenía ni voz ni voto" y que se había intentado quitar la vida "en numerosas ocasiones". Ha añadido también que tanto ella como sus hermanos y su madre jamás se enfrentaban a su padre porque vivían amenazados. 

La pequeña de la familia ha asegurado también que en su casa "había armas desde que era pequeña", pero que "solo podían tocarlas y manejarlas los hombres" y que las mujeres "no lo tenían permitido".

Esta declaración choca frontalmente con lo que han manifestado los otros dos hermanos. Ambos han asegurado que nunca vieron malos tratos, ni ningún tipo de violencia en su casa, y que tampoco había armas en el domicilio familiar. Además, el hijo ha manifestado que su madre le confesó el crimen, pero cree que intentaba encubrir a alguien.

La declaración de los policías

"Nos dijo que lo había matado y nos llevó hacia la cocina, donde estaba el arma, en el suelo. Luego nos trasladó hacia la habitación, en la que había una leñera, y nos dijo que estaba debajo de los troncos. Quitamos los troncos y ahí estaba el cuerpo", ha declarado durante su intervención en el juicio uno de los policías que acudió al domicilio para detener a Carmen. A pesar de que ella se retractó durante la sesión de ayer, este martes la Policía Nacional ha recordado que fue su propia hija quien les llamó para ponerles sobre aviso: "Recibimos una segunda llamada en la que nos decía: 'Mi madre lo ha matado, mi madre lo ha matado'.

En la primera inspección, los agentes ya encontraron restos de un crimen. Aunque las pruebas de parafina dieron negativo en las manos de la acusada, los miembros del cuerpo de seguridad creen que no pudo mover el cadáver sola. "Dadas, digamos, las manipulaciones que hubo que hacer allí -entrar, salir, envolver, etcétera-, se nos antojaba improbable que esta señora pudiera haberlo hecho todo", ha comentado otro de los agentes.