Los forenses dicen que Raquel habría muerto, si no la hubieran auxiliado

Un corte de un centímetro y medio de profundidad muy cerca de la yugular, que pudo ser mortal. Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón han asegurado este martes, en la segunda sesión del juicio contra Fabio Colón por el intento de asesinato de su expareja en el barrio de Miralbueno de Zaragoza en mayo de 2019, que, de no haber sido por la asistencia del conductor de la línea 53, la víctima habría fallecido. 

El juicio ha quedado visto para sentencia, tras la práctica de las distintas pruebas periciales, entre las que destacan las aportadas por las psicólogas declarantes, que han asegurado la existencia de claros indicios de violencia de género y las de los peritos de la defensa, que apuntan a la afectación leve o moderada de la voluntad del agresor por la mezcla de alcohol, drogas y una subida de azúcar.  

El ministerio fiscal y la acusación mantienen la petición de 14 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de lesiones y defienden que el acusado tuvo la clara intención de matar a su víctima con un cúter, tras escuchar la declaración de los forenses en la que los expertos han descrito las doce heridas detectadas en el cuerpo de la mujer. "Una de ellas fue la de mayor riesgo vital porque si llega a tocar los vasos yugulares, esta señora estaría muerta", ha asegurado uno de los declarantes. Los forenses aseguran que Raquel sufre estrés crónico, tras haber recibido el alta, y sigue requiriendo asistencia psicológica. 

Por su parte, el acusado ha pedido perdón en su último turno de intervención con estas palabras: "Ni se me ocurriría acabar en prisión por un delito tan deleznable".