Los flamencos llegan a la laguna de Gallocanta por la escasez de agua en otros humedales

La sequía en otros humedales ha convertido a la laguna de Gallocanta en refugio de aves que no se habían visto por allí, como por ejemplo, los flamencos. La duda ahora es si la ausencia de lluvias hará que estas especies se queden en la zona.

Aunque se conoce como la isla del Tío Pesterre, desde hace dos años los dueños son los flamencos, la última en sumarse a la lista de 220 especies que tiene la laguna de Gallocanta. "En la zona de las hoyuelas de Bello se forman un par de islotes que los flamencos han aprovechado para construir las plataformas donde hacen la puesta de huevos", indica Carmina Franco, educadora del Centro de Interpretación de Gallocanta.

La sequía de otros humedales como Doñana y Fuendepiedra ha sido un golpe de suerte. Estos nuevos vecinos con alas han criado, además, por primera vez en la laguna aragonesa: se han localizado 18 pollos y 271 flamencos adultos. "Es un regalo, un aliciente a esta laguna, una esperanza de que nunca podemos saber que tipo de aves vamos a acabar acogiendo en estos humedales", explica la educadora.

La sequía, el aumento de temperaturas y otros efectos del cambio climático suponen cambiar las condiciones de vida de los habitantes de la laguna. Además de los flamencos, también dan fe de ello dos ejemplares de Aguilucho Cenizo que han sido recuperados en el centro de recuperación de La Alfranca, en Zaragoza. Esta especie se suele criar conforme crece el cereal pero el adelanto de la cosecha los puso en peligro. La misma sequía que les ha traído es ahora la que siembra la incertidumbre porque si la laguna se sigue secando, se marcharán.