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VELATORIO

65.000 personas pasan por la capilla ardiente de Benedicto XVI en el primer día de su velatorio

Cientos de personas habían hecho cola ya desde la madrugada para poder acceder a la basílica de San Pedro, en el Vaticano. La capilla ardiente volverá a abrirse el martes y el miércoles.

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
icono foto Numerosos fieles han acudido ya a la capilla ardiente de Benedicto XVI. / Reuters

Hasta 65.000 personas han pasado este lunes por la capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, ubicada en la basílica de San Pedro del Vaticano, según la oficina de prensa de la Santa SedeLos restos mortales de Benedicto XVI estarán expuestos hasta el miércoles en la nave central de la basílica, delante del llamado altar de la confesión, junto al famoso baldaquino de Bernini.

La cifra ha superado todas las previsiones, ya que se preveía que unas 35.000 personas acudieran este primer día a dar su último adiós a Benedicto XVI. Se prevé que al menos 60.000 personas estarán presentes en su funeral, que presidirá el papa Francisco el próximo jueves también en la plaza de San Pedro del Vaticano, según las estimaciones de la Prefectura de Roma.

Antes de abrir la capilla ardiente en la basílica se ha celebrado una liturgia en privado con los cardenales y los más cercanos al pontífice y entre los presentes se encontraba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Los primeros fieles en entrar a despedir a Benedicto XVI, a cuyo lado se encontraba su fiel secretario monseñor Georg Gänswein y el cardenal italiano Mauro Maria Gambetti, se han agolpado ante los restos del pontífice, permaneciendo frente a ellos unos minutos y grabando el momento con sus móviles.

A las 6:00 horas  de esta mañana ya había cientos de personas esperando para poder entrar y se prevé que la fila aumente durante la jornada, cuando se unan los turistas y curiosos presentes estos días en la capital italiana, por lo que se han reforzado las medidas de seguridad en la zona con presencia policial y el cierre al tráfico de algunas calles adyacentes.

El cuerpo de Benedicto XVI vestía los paramentos pontificios, la casulla roja (color del luto papal) sobre una túnica blanca, pero al no ser un papa en ejercicio no se le ha colocado el palio, la estola blanca que se lleva sobre los hombros y que representa su jurisdicción.

La cabeza del papa fallecido estaba tocada por una mitra blanca de bordes dorados, en sus manos llevaba un rosario y el anillo que llevó durante su tiempo de emérito (su Anillo del Pescador, que evoca el poder papal, fue destruido) y calzaba un par de austeros zapatos negros, en lugar de los rojos que representan la sangre mártir.

Los primeros puestos para entrar los ocupaban unos sacerdotes estudiantes de teología en Roma procedentes de la India. Han madrugado para dar el último adiós al que consideran el mayor teólogo de los últimos siglos después de San Agustín.

Aunque son muy jóvenes y no han vivido plenamente su pontificado, han dicho que "habían estudiado todos sus textos" y además de por ser papa, tenían una gran admiración por Ratzinger como "gran teólogo". Además de un muchos religiosos y religiosas, también estaban desde primeras horas de la mañana en la fila numerosos romanos que han querido acercarse antes de incorporarse al trabajo para despedir a Benedicto XVI.

La capilla ardiente volverá a abrir el martes y el miércoles, en horario de 7:00 hasta las 19:00 horas.