Los espectáculos se adaptan contra reloj a la exigencia del pasaporte COVID

El pasaporte COVID ya es de presentación obligatoria desde este jueves para el acceso a los locales de fiesta y los grandes eventos. Mientras el TSJA analiza su posible paralización a cuenta de las medidas cautelarísimas solicitadas por los empresarios del ocio nocturno, los espectáculos afectados adoptan a toda prisa los cambios necesarios para poder hacer frente al nuevo requisito. 

Son los casos del Auditorio de Zaragoza y del Teatro Principal de Zaragoza. En este último, esta tarde, a las 20:00 horas, ha comenzado un pase del musical La Llamada. Con el aforo completo, los 800 asistentes previstos, en su mayoría jóvenes dado el carácter del espectáculo, han tenido que mostrar su certificado a la entrada. Y que han llegado con más antelación de lo normal, ya que los responsables del teatro habían anunciado ya que el personal de sala tenía previsto cotejar el documento con el DNI de cada espectador. 

"Vamos a reforzar muy generosamente el personal de puertas para que todo el mundo entre con tiempo. Si, además, vienen 15, 20, 25 minutos antes del horario habitual, mucho mejor", explicaba a primera hora de la tarde del jueves José María Turmo, gerente del Patronato de Artes Escénicas. 

También hay que mostrar el pasaporte COVID para poder acceder a eventos deportivos como el encuentro del Fútbol Emotion el sábado, y el choque que disputa el domingo el Casademont femenino en el pabellón Príncipe Felipe.

Por su parte, los empresarios del ocio nocturno denuncian "prisas" en la publicación de la Orden, y consideran que algunos locales pueden resultar discriminados según su licencia u horario. 

"Hay espacios de menos de 500 personas que no necesitan pedirlo, nosotros para conciertos de menos de 500 tenemos que pedirlo; y en horario de cafetería no sabemos si tenemos que pedirlo o no tenemos que pedirlo", explica Pablo Cano, presidente de la Asociación Aragón en Vivo. 

Entre los hosteleros la medida ha sido mejor recibida, ya que recuerdan los meses de restricciones durante los que se vieron obligar a reducir su aforo al 30%. "La sociedad sale a celebrar la Navidad y queremos estar con los locales abiertos y locales seguros", ha deseado Carmelo Bosque, presidente de la Asociación de Hosteleros de Huesca. 

Y en la calle, el certificado COVID se percibe como un paso más para luchar contra la pandemia. En general, los testimonios recogidos apuntan a la necesidad de superar la crisis cuanto antes y a que mostrar un documento puede evitar en teoría que la libertad de movimientos vuelva a ser restringida.