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PLAN ESTATAL

Los comercios aragoneses se adaptan a las medidas de ahorro energético

El planteamiento más controvertido es el límite al termostato de espacios públicos para que no queden por debajo de los 27 grados en verano ni superen los 19 en invierno

EFE/ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El termostato de espacios públicos no podrá estar por debajo de los 27 grados en verano. / Unsplash

El ajuste de los termostatos en espacios públicos aragoneses -a excepción de colegios y centros sanitarios, entre otros- y demás medidas de ahorro energético aprobadas en el último Consejo de Ministros entrarán en funcionamiento este miércoles, 10 de agosto, una vez que se cumpla el plazo habilitado desde su publicación en el BOE.

Tan solo faltan dos días para que edificios administrativos, hoteles y espacios culturales y comerciales tengan que restringir sus consumos según lo aprobado en el nuevo 'Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización', que busca reducir el consumo en el contexto de la invasión rusa de Ucrania y contribuir a asegurar el suministro de gas -materia prima destinada a múltiples usos, como generar electricidad- en la Unión Europea para el próximo invierno.

El planteamiento más controvertido es el límite al termostato de espacios públicos, que también se aplica a las estaciones de autobús y tren y a los aeropuertos, para que no queden por debajo de los 27 grados en verano ni superen los 19 grados en invierno.

Se incluyen, además, los deberes de apagar las luces de los escaparates y el alumbrado de los edificios públicos si están desocupados a partir de las 22:00 horas y el de mantener las puertas cerradas cuando dispongan de sistemas de calefacción o refrigeración en funcionamiento.

Para María Jesús Peña, gerente del horno San Valero, en Zaragoza: "La aplicación de estas medidas es una necesidad que impera en los tiempos que estamos viviendo y con lo que está pasando en Europa. Hay que intentar cumplir y ejecutarlo lo mejor posible".

La responsable de este establecimiento de la capital aragonesa señala que, donde hay alimentos, es necesario "controlar muy bien la temperatura, y la ambiental también". "Tomar un café sudando no es apetecible", resalta. Peña, que también realiza labores dentro de una oficina, explica: "Cuando entras en una sala con cuatro torres y cuatro pantallas, el aire acondicionado es muy importante. Hemos intentado comprar aparatos que consumen menos, pero no tienen la fuerza que se requiere". 

Sobre los cambios que van a tener que realizar, la responsable del horno indica que, en su local, las temperaturas siempre han sido controladas, "pero ahora los clientes pueden ver cuál es". Sobre la medida de apagar las luces del escaparate, concluye: "Antes, dejarlos iluminados se veía como una forma de cortesía. Ahora, apagarlos se verá como una medida de prudencia. Hay que hacerlo y ya está".