Publicidad
EN MONZÓN

Autores y editoriales aragoneses salen al encuentro de sus lectores

La XXVII Feria del Libro Aragonés reconoce la labor de Víctor Juan y de la fundación Ramón J. Sender de la UNED de Barbastro

ARAGÓN NOTICIAS /
osé Luis Melero, Magdalena Lasala, Manuel Vilas, Inés Plana, y José Antonio Adell, homenajeados este domingo en el Paseo de las Letras Aragonesas de Monzón.
icono foto osé Luis Melero, Magdalena Lasala, Manuel Vilas, Inés Plana, y José Antonio Adell, homenajeados este domingo en el Paseo de las Letras Aragonesas de Monzón.

Las letras de la Comunidad se miran al espejo durante este puente en Monzón, escenario de una nueva cita, la vigesimoséptima ya, de la Feria del Libro Aragonés, en la que escritores, editoriales y lectores analizan el estado del sector. 

Desde este lunes, y hasta el próximo miércoles 8, cerca de 80 autores y tres decenas de editoriales muestran al público sus creaciones en el parquin Cortes de Aragón, en horario de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. 

Un pase de revista que llega en un momento "gozoso" a juicio de José Luis Melero y Antón Castro, dos de los principales aurigas de la divulgación cultural aragonesa. 

“Las letras aragonesas están en su mejor momento. Nunca jamás en la historia se había producido una eclosión semejante de tantos escritores y tantas editoriales con una presencia extraordinaria en la literatura”, asegura Melero, encargado del pregón con el que este lunes al mediodía da comienzo la feria en el nuevo escenario del parquin Cortes de Aragón.

Allí mismo, tendrá lugar a continuación el coloquio ‘El corazón de las letras aragonesas’, en el que el autor de ‘Lecturas y Pasiones’ conversará con Ana Alcolea, Manuel Vilas, Estela Puyuelo y Antón Castro. 

El propio Castro pone nombre a algunos de los protagonistas de ese estado de gracia de la literatura que se hace aquí. Recuerda los éxitos de autores consagrados como Ana Alcolea y Manuel Vilas; destaca el papel “fundamental” de José Luis Melero; enumera nombres “que van a más” y que demuestran el “buen momento de la prosa” como Sergio del Molino, Irene Vallejo y Daniel Gascón; y no olvida referencias como Ignacio Martínez de Pisón, Ángel Guinda, Luis Alegre y Daniel Nesquens.

Poesía y tebeos 

Enfatiza el gran homenaje de más de una veintena de autores al poeta Rosendo Tello, único representante vivo de la ‘Peña Niké’, en ‘La cadencia del mundo’ (Olifante). Apunta la enorme apuesta por el cómic con editoriales como GP Ediciones, Malavida y Cornoque, entre otros,  y la “pujanza” de la Institución Fernando el Católico, la labor de los institutos de Estudios Altoaragoneses y Turolenses y la producción de obras en aragonés y catalán. 

También menciona el Nacional de Ilustración de Elisa Arguilé y celebra los éxitos de Xordica con ‘Virtudes (y misterios)’, de Xesus Fraga, premio Nacional de Narrativa 2021, y de Olifante con ‘Felizidad’, de Olga Novo, Premio Nacional de Poesía 2020, así como los trabajos de editoriales como Contraseña y Los libros del gato negro.  

Reconocimientos por su contribución  

A ese largo listado de notables, conviene incorporar las figuras del director del Museo Pedagógico de Aragón, Víctor Juan (‘Marta’ y ‘Memoria inesperada’, como trabajos más recientes) y de la Fundación Ramón J. Sender de la UNED de Barbastro, ambos premiados este año por la Feria por su contribuciones a la cultura aragonesa el primero, y la dinamización cultural y la divulgación de la enseñanza la segunda. 

Una pléyade de figuras a la que Melero incorpora como actor principal la histórica ciudad de Monzón, que con su feria, dice, “contribuye de forma extraordinaria a la vertebración del territorio”. 

“Las letras aragonesas necesitaban un escaparate donde se pudieran ver sus trabajos y Monzón ha cubierto ese objetivo sobradamente. Le da muchísimo caché a la feria y por ello siempre han acudido los más grandes escritores aragoneses del momento y así seguirá siendo. Y es que, además, tienen muy buenas ideas, como la del Paseo de las Letras aragonesas, que es algo mucho más bonito intelectualmente que un paseo de la fama, porque la fama es efímera, no es nada”, reflexiona. 

Precisamente Melero ya cuenta con su propio monolito en dicho paseo tras el acto de este pasado domingo, en el que el Ayuntamiento de Monzón también ha homenajeado a Magdalena Lasala, Manuel Vilas, Inés Plana, y José Antonio Adell. 

El respaldo del público

Pero tanto nombre no se sostendría sin la fidelidad de un público deseoso por conocer las historias más cercanas. “Los escritores de la Comunidad han encontrado una correspondencia y un relato con los lectores, quienes han demostrado que les interesa mucho lo que tienen que contar”, señala Antón Castro. 

“Si no fuera así, habrían cerrado ya muchas editoriales aragonesas y los escritores no escribirían. Y es que existen porque hay una demanda”, comparte José Luis Melero, quien vuelve a remarcar la importancia que a su juicio atesora el evento montisonense: “Se ha creado un público seguidor de los escritores aragoneses y, hay que decirlo bien claro, en eso Monzón ha jugado un papel decisivo”.  

Al encuentro con ese público fiel saldrán una vez más editoriales como Doce Robles, de Javier Lafuente. “Ojalá que la gente se lance estos días a regalar libros de cara a las navidades”, desea. Obras como ‘Zaragoza’, de Santiago Morata, una novela histórica que toma como referencia la serie de Edward Rutherfurd (‘Nueva York’, ‘Londres’, ‘París’) para adentrarse en la historia de la capital del Ebro y que ahora mismo es una de las obras más vendidas de su género. O ‘La reina olvidada’, de José Luis Corral.

Políticos que se pasan a la novela

También destaca ‘La tarde que ardió Zaragoza’, segunda novela de Domingo Buesa, quien, como en el caso de Javier Fernández (‘La amante del general’), Lafuente recuerda que le costó convencerlos para que se pasasen a la novela “y ahora están encantados”, se congratula.    

También destaca el editor el homenaje de José María Mur a su admirado Cajal en “Santiago Ramón y Cajal. Senador del reino de España’, en la que se ahonda en la etapa política del científico aragonés. O el tributo de Rafel Rojas a la época dorada de los 'zaraguayos' en ‘Reyes sin corona’, “una delicia” para quienes vivieron aquella época de brillo zaragocista sin títulos en la que, según recuerda Lafuente, la sociedad española reclamaba la democracia.    

Su Doce Robles “sigue resistiendo” y acumula ya ocho años en el mercado, con un ritmo de entre cinco y siete publicaciones al año. Entre todas ellas, asoman en la memoria “las colas impresionantes” en Independencia que provocó aquel celebrado  ‘La Corona de Aragón. Manipulación, mito e historia’, de José Luis Corral. “Está mal que lo diga, pero cuanto más se aviva la cuestión desde Cataluña, más se vende”, reconoce. 

Esta editorial aragonesa se enfrenta a un mercado de hábitos cambiantes, que “nada tienen que ver” con los que había hace cinco años, especialmente en lo que se refiere a historia de Aragón, observa. En ellos, señala, influyen también los índices de lectura vinculados con la movilidad dentro de las ciudades, muy diferente en urbes como Madrid o Barcelona, donde el transporte público y el libro congenian, que los de cualquier lugar de Aragón, donde el paseo a pie o el uso del vehículo privado reducen el espacio para la lectura en los desplazamientos cotidianos.