Los archivos de Aragón registran casi un millón de referencias documentales

Poder consultar fotografías y documentos antiguos es una realidad gracias a la labor previa de archiveros y archiveras. Es una de las profesiones más antiguas del mundo y más desconocidas por la sociedad. Bajo el lema de 'Somos archivo', celebran este jueves el Día Internacional de los Archivos con jornadas de puertas abiertas, visitas guiadas, actividades expositivas y una apuesta por nuevos formatos divulgativos. 

En Aragón, se dispone de 113 archivos entre los provinciales, municipales y comarcales. Conforman los Documentos y Archivos de Aragón (DARA) y entre todos suman 938.260 referencias documentales y 275.838 que se encuentran digitalizados. Además, poseen un amplio fondo de fotografías (212.420) y mapas, planos y dibujos (4.895).

El International Council on Archives (ICA) también invita a la conversación en redes utilizando las etiquetas #SomosArchivo y #IAW2022 para hablar del significado de la profesión y sobre todo de las historias que reflejan los documentos. Unas historias que, como explican en su web, "muestran tensiones, pero también los puentes que los archivos crean dentro de la profesión y con las comunidades que están representadas (o no) en esas narrativas".

En definitiva, representa un día para descubrir a las personas que se encuentran detrás de los muros de estas instalaciones. "Somos proveedores de información. La sociedad siempre ha tratado de recoger la memoria y la memoria está en los archivos. Aquí está toda la información que se ha querido conservar y nuestro trabajo es recogerla y facilitarla para que todo el mundo pueda verla", apunta Juan José Generelo, director del Archivo Histórico Provincial de Huesca (AHPHU).

Nueve kilómetros de documentación

Los archivos de Aragón son los custodios principales del Patrimonio Documental Aragonés. Desde 1931 el Archivo Histórico Provincial de Huesca (AHPHU) recoge documentación notarial, hasta convertirse en la actualidad en el único archivo histórico de toda la provincia. De los casi un millón de documentos registrados en DARA, aproximadamente 160.000 provienen de Huesca.

En los últimos años además se han dedicado a recoger la memoria personal de las familias con el proyecto 'Los papeles de la casa'. "Hicimos un llamamiento porque son interesantes, útiles y muy atractivos. La memoria no se puede destruir, somos memoria", subraya Generelo. Muchos acuden a sus instalaciones para rehacer su árbol genealógico porque sienten la necesidad de saber más. "Preguntan a sus padres o abuelos: 'Oye, ¿y yo de dónde vengo y quienes serán mis familiares?' Pero llega un momento que la memoria familiar se agota y por eso acaban aquí", subraya el director.

Algunos también lo hacen para reivindicar su derecho a la información. Entre los más habituales se encuentran los del registro de la propiedad. "Hay conflicto de tierras, propiedades y herencias que se plantean la gente en los pueblos. Primero van al catastro y luego vienen aquí por si no está claro en los documentos y poder encontrar donde se delimitan las zonas por ejemplo", explica.

La generosidad de los ciudadanos que donan material permiten encontrar miles de anécdotas y tesoros. Recientemente, en un archivo familiar de Hecho (Huesca), han hallado una habanera. "Es muy curioso, hemos deducido qué podían cantar a las mozas en las rondas del siglo XIX", declara el director. Además subraya que la correspondencia privada ha servido para indagar en la historia de las mujeres. "En los papeles oficiales históricamente aparecen muy poco pero sí que escribían cartas y recuperamos esas historias", apunta.

Lo mejor de esta profesión, reconoce Generelo, es la recompensa de la gente. "Esto lo haces para o porque otro la necesita, y es lo más gratificante. El señor que viene a buscar no sé qué escritura porque tiene un problema y al final te lo agradece mucho", explica.

Habanera dedicada a las mozas de Hecho. Fuente: AHPHU.

Otros documentos como el programa de fiestas de San Lorenzo en 1949 nos permite conocer la historia. Por ejemplo, que el desfile de carrozas se realizó por primera vez ese año en el pregón, que ya existían los concursos de escaparates o que todavía no existían las peñas. 

Programa Fiestas de San Lorenzo en Huesca de 1949. Fuente: AHPHU.

Una vocación en constante transformación

Los archiveros y archiveras suelen ser personas formadas con estudios de educación superior y posgrado. En muchas ocasiones, puede ser vocacional, que viene dado por el interés por la historia, su conocimiento y su investigación. "Ese interés por la historia hace que acaben en los archivos porque tienen ganas de saber y solo se puede buscando en los documentos", apunta Generelo. Es una de las habilidades necesarias para ejercer esta profesión. "Es recomendable formación en Historia, porque indagamos en documentación de siglos pasados", declara. Además, también requieren de capacidades y habilidades para la gestión, administración y organización documental y cada vez más, formación en tecnología.

Las generaciones venideras que elijan este grado tras las pruebas de la EvAU, no se encontrarán con problemas para acceder por su poca demanda (5,00 en las notas de corte). Juan José Generelo apunta a que en el futuro se mezclarán con el sector tecnológico. "Vamos a seguir existiendo en papel, pero competiremos con otros perfiles porque esto ya no hay quién lo pare. Serán profesiones del pasado y se inclinará por una profesión que se fusionen con los tecnólogos e informáticos", comenta el archivero.

La idea es seguir reivindicando en este día el oficio con la idea de que se encuentran a disposición de todos los usuarios. "Que sepan que estamos aquí, que somos la memoria de todos y que estamos para servir", concluye Generelo.

Archiveros trabajando en el proyecto del Monasterio de Sijena. Fuente: AHPHU.