Los 250 vecinos aragoneses desalojados por el fuego pasan su segunda noche fuera de casa

Más de 250 vecinos de la provincia de Teruel, de la localidad de Olba y de pequeños núcleos habitados pertenecientes a San Agustín, que fueron desalojados este jueves como medida de precaución por el primer gran incendio forestal de este año que afecta a zonas de Teruel y Castellón, han pasado su segunda noche fue de casa como medida de precaución. "Van a continuar evacuados, y van a pernoctar en los mismos puntos donde pernoctaron la noche anterior", destacaba Ángel Gracia, presidente de la comarca Gúdar-Javalambre. 

Las cifras provisionales que manejan desde el puesto de mando ubicado en Barracas (Castellón) apuntan a que la superficie total del siniestro afectaría a 4.000 hectáreas, de las que alrededor de 800 pertenecerían a la provincia de Teruel.

Junto al cansancio y los nervios, que se van acumulando desde el jueves, algunos desalojados también han mostrado su preocupación por los animales que tuvieron que dejar en sus casas. Por ello, la Guardia Civil ha permitido a algunos vecinos acercarse durante el día de manera organizada a sus casas para comprobar el situación de los animales. Han ido escoltados, y han tenido cerca de una hora para comprobar el estado de los animales y coger todo lo necesario.

Una vecina de Olba que ha participado en una de los convoyes organizados ha explicado a los micrófonos de Aragón TV que tiene cabras y gallinas, pero que solo ha podido recoger las cabras porque "no llegamos a todo", y ha detallado que ha pasado la noche "sin dormir", y que están todos "muy cansados". 

Quienes no han podido trasladarse a casa de otros familiares se alojan en hoteles de la localidad de Venta del Aire. Desde allí pueden ver a lo lejos la gran columna de humo del incendio. José, otro de los vecinos desalojados, lamenta lo que está ocurriendo: "El paisaje nuestro es el mayor bien que tenemos, es irrepetible, al menos para nosotros, si se destroza estamos perdidos". 

Muchas localidades del entorno se han volcado con los afectados. Otra vecina cuenta que una amiga que vive Albentosa le ha acercado una bolsa con ropa, ya que salió "con lo puesto". Y aunque tienen que pasar una segunda noche fuera de casa, señala: "Lo importante es que estamos todos bien, estamos ubicados, y a la expectativa". Asimismo, detalla que lo más duro es "no saber cuándo volveremos a casa, y qué nos encontraremos". 

A algunos evacuados estos momentos también les está pasando factura psicológica. "Ayer nos sacaron y te vas con la idea de que al día siguiente volverás a casa y seguiremos con la rutina, pero el incendio se ha comportando como se ha comportando, y pasa lo que pasa, nos han dicho que una noche más, y tampoco nos han podido afirmar que mañana podamos volver, y eso es una carga adicional", ha subrayado otro vecino.