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EJEA DE LOS CABALLEROS

Localizada en Rivas una fosa común con una decena de cadáveres

Todos ellos, varones de entre 18 y 58 años, fueron detenidos y fusilados en octubre de 1936

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Localizada en Rivas (Ejea) una fosa común con una decena de cadáveres.

Una fosa común con 10 cadáveres. Es el hallazgo que han descubierto en la localidad zaragozana de Rivas, en Ejea de los Caballeros. Una investigación desvela que se trata de hombres, todos ellos de entre 18 y 52 años, que fueron arrestados en la cárcel ejeana y asesinados en octubre de 1936, al comienzo de la Guerra Civil. En total, se calcula que unas 800 personas fueron fusiladas durante los años que duró el conflicto bélico en la comarca de las Cinco Villas.

Para exhumar estos cuerpos han tenido que derribar un bloque de nichos, y los expertos no descartan que tengan que hacer lo mismo con otra segunda fila, porque lo más probable es que en el cementerio de Rivas haya otra fosa más. "Tendremos que continuar porque las fosas continúan, y seguiremos derribando más nichos cuando tengamos la certeza de que están ahí", afirma el director de la excavación, Javier Ruiz. En concreto, valoran que en el terreno podría haber enterradas más de 30 personas, víctimas sin identificar

Una familiar sobre su abuelo: "Saber donde está, sacarlo, es una tranquilidad"

Entre los primeros cuerpos encontrados, algunos apenas tenían 18 años. Todos eran vecinos de pueblos como Uncastillo o Luesia, y fueron fusilados tres meses después del golpe de estado de 1936. Sus nombres estaban en las listas de afiliados de sindicatos y partidos de izquierdas. "Se habló con los familiares y ya se trasladaron los cuerpos al cementerio nuevo", explica el presidente de la Asociación Batallón Cinco Villas, Alberto Espés. 

A la zona se han acercado parientes y allegados. Una de ellas es María Ángeles Ruiz, quien situada junto a la fosa donde podría estar enterrado su abuelo cuenta que este fue fusilado a los 36 años, dejando huérfanos a cuatro hijos, la más pequeña todavía por nacer. "Saber donde está, sacarlo, es una tranquilidad", reconoce. Para ella, poder enterrar con dignidad a su antecesor es motivo de alivio: "De decir, 'bueno pues ya está', porque dejarlos en las cunetas o debajo de unos nichos no es cuestión", añade, para concluir reivindicando que todos tenemos derecho "a saber donde están nuestros familiares".