Las tres capitales aragonesas, inmersas en el ambiente festivo para despedir el año

La Plaza del Pilar permanece abarrotada desde el mediodía del domingo. Allí se dará una multitudinaria y popular despedida al 2023. Quien decide despedirlo desde el centro de la ciudad, lo va a hacer rodeado de miles de personas. En la misma plaza se van a repartir 3.000 bolsas con uvas. 

Aunque este año se espera mucha más gente, el año pasado se llegó a las 8.000 personas. Tras las 12 campanadas, la fiesta continúa hasta las 2:00 de la madrugada. Además, junto al Ayuntamiento se va a instalar un punto violeta para atender a cualquier persona que haya sufrido una agresión sexista.

En Zaragoza, un total de 25 locales celebran fiestas y cotillones, y la mayor parte de ellos ya están completos. A ellos se suman pubs y bares musicales, muchos de ellos con acceso libre esta noche.

También en Huesca, el ambiente festivo y de celebración por el fin de año se palpa en las calles. Muchos oscenses han salido a primera hora y se han quedado para disfrutar del vermú en bares y terrazas del centro, con la vista puesta en el reloj que dará la bienvenida al 2024 con una gran fiesta.

En la capital del Alto Aragón, la fiesta comienza a la 1:00 de la madrugada en una carpa climatizada instalada en la Plaza de Toros. Una gran verbena que se recupera tras varios años de parón y que, en esta ocasión, está dedicada a la música de los 80 y los 90. De momento, todavía quedan entradas, que incluyen varias consumiciones, bolsa de cotillón y recena. 

También en Huesca, los más pequeños han adelantado 12 horas las campanadas. Lo han hecho en una fiesta infantil en los Porches de Galicia, donde no ha faltado la música, las actuaciones, y las uvas (en esta ocasión en forma de chocolatinas), para dar la bienvenida al 2023. La compañía Habana Teatro y su espectáculo Manos Arriba les han acompañado en el cotillón que ha reunido a más de 1.000 personas.

En Teruel también está todo preparado. Las actividades y celebraciones han comenzado mucho antes de la medianoche. Para recibir el nuevo año, frente a los cotillones, lo que impera en la capital turolense es la tradición de comerse las uvas en casa.

En la ciudad del Torico también se han celebrado uvas infantiles. A las 12:00 de la mañana se han comido 12 gominolas.

Y a las 23:30 h la cita es a los pies del reloj de la Catedral para despedir el año con las campanadas de la torre mudéjar.