Publicidad
SERVICIOS SOCIALES

Las residencias trabajan en un modelo de atención más personalizado y urgen financiación

20.000 mayores en la Comunidad ocupan una de las plazas de los centros residenciales

ARAGÓN NOTICIAS / EUROPA PRESS /
Actualmente, 20.000 personas en Aragón ocupan una de las plazas de los centros residenciales. / Pixabay
icono foto Actualmente, 20.000 personas en Aragón ocupan una de las plazas de los centros residenciales. / Pixabay

Un modelo centrado en la atención personalizada de los residentes. Este es el principal cambio al que se enfrentan los servicios sociales dirigidos a los más mayores. Actualmente, 20.000 personas en Aragón ocupan una de las plazas de los centros residenciales. Este jueves, profesionales del sector han analizado en el programa Buenos Días, de Aragón TV, cómo hay que continuar trabajando para implementar un modelo que pretende mejorar la calidad de vida y la dignidad de los residentes y han hecho hincapié en la necesidad de financiación.

"Se lleva trabajando muchos años para esa evolución. Desde el sector pretendemos ir mejorando. El principal inconveniente del nuevo modelo de residencias que plantea el Gobierno es que tiene una serie de cuestiones técnicas que no parten de una memoria económica que nos diga cómo financiar los cambios", ha explicado Paquita Morata, gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia. "En la actualidad, tenemos centros tan diversos como la sociedad -ha reflexionado-. Si la Administración no cumplimenta la pensión a través de prestaciones o plazas concertadas, montaremos unos servicios perfectos a los que nadie podrá acceder".

"Cada persona debe pensar cómo le gustaría que fuera el lugar en el que va a vivir los últimos años de su vida", ha subrayado Gustavo García, coordinador de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales en Aragón. "La sociedad va a decir cómo quiere vivir y la intimidad es fundamental". García también ha resaltado: "Una de las características del nuevo modelo es que pretende fomentar la posibilidad de vivir en casa dignamente y retrasar el momento de mudarse a una residencia, pudiendo estas prestar servicios externos". Por eso, en su opinión, para conseguirlo, "la Administración tiene que hacer normas para lo que financia".

El coordinador de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales también ha insistido en la necesidad de modificar las estancias de las residencias porque "el espacio sí condiciona". Además, ha destacado la labor de los profesionales del sector. "Hay que tecnificar el empleo de las personas que trabajan en las residencias. Si valoramos el cuidado de los residentes, hay que mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras". 

Proyecto piloto

El Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón suscribió este martes un convenio de colaboración con la Asociación Lares y la Fundación Pilares con el objetivo de trabajar de manera conjunta en un proyecto piloto europeo que tiene como finalidad implantar modelos de atención más personalizados basados en la mejora de la calidad de vida. La propuesta se va a poner en marcha en siete residencias de mayores de Aragón durante un periodo de tres años.

Para Juan Vela, presidente de la Fundación Lares: "El proyecto pretende ir avanzando en la implantación del modelo de atención integral centrada en la persona. Uno de los productos que sale de este proyecto es un estudio impacto mejora de calidad de vida de los residentes, familias y trabajadores. Nuestro producto es el cuidado y en eso es tan importante quien lo recibe como quien lo da".

Esta iniciativa, financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea, se va poner en marcha en siete residencias de Aragón: Nuestra Señora de los Dolores de Gea de Albarracín (Teruel), Sancho Abarca I y II de Tauste, Santa Isabel y Oliver de Ozanam, y la de Las Fuentes y la de Santa Ana en Utebo, ambas pertenecientes al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS).

María Arbués, coordinadora de la Casa Familiar de Gea de Albarracín, explica que esta iniciativa trata de que los residentes "mantengan su proyecto de vida a pesar de estar en una residencia". Para conseguirlo, han puesto en marcha unidades de convivencia que acogen a grupos más o menos afines para que su intervención sea más personalizada. "Que puedan seguir eligiendo la hora de desayunar, la ropa que quieren ponerse y que sean partícipes del proceso de envejecer saludablemente", ha concluido Arbués.