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ALTAS TEMPERATURAS

Las recomendaciones de los expertos para evitar un golpe de calor

El ascenso de los mercurios en Aragón se mantendrá hasta el domingo

ARAGÓN NOTICIAS /
Sed intensa, dolores de cabeza, piel seca, agotamiento, vértigo, calambres, delirios o deshidratación indican que se está sufriendo por el calor./EUROPA PRESS
icono foto Sed intensa, dolores de cabeza, piel seca, agotamiento, vértigo, calambres, delirios o deshidratación indican que se está sufriendo por el calor./EUROPA PRESS

Las temperaturas en Aragón siguen al alza y este ascenso se mantendrá hasta el domingo, con máximas que podrán alcanzar los 35-36 grados en la ribera del Ebro. Para evitar que el exceso de calor acabe pasando factura a la salud, es necesario prestar mucha atención a las recomendaciones de los expertos para evitar problemas por la exposición al sol.

El año pasado, fallecieron en España 1.288 personas por esta causa, el 54% de ellos durante el mes de agosto. Aragón está entre las comunidades con una mortalidad más alta, junto a Castilla y León, Galicia y Murcia. De hecho, el verano pasado fue la única Comunidad que en julio alcanzó el nivel más alto de alerta por calor. Y, aunque por ahora, no se puede hablar de ola desde el punto de vista meteorológico, los profesionales médicos dicen que no son nada buenas para la salud estas altas temperaturas en fechas tan tempranas, ya que, con la primavera, se comienza a sudar y los vasos sanguíneos se dilatan. Es la estación que prepara para aclimatarse al calor de julio y agosto. 

"El problema es que, cuando empieza el calor de una forma tan brusca, no tenemos mecanismos de adaptación y lo sufrimos más. Con el ascenso de las temperaturas, empezamos con patologías leves, pero podemos acabar con algunas más graves", explica Beatriz Amores, responsable de Urgencias del Hospital Clínico de Zaragoza.

Sed intensa, dolores de cabeza, piel seca, agotamiento, vértigo, calambres, delirios o deshidratación. Son algunas de las señales que indican que se está sufriendo por el calor. Hay que cortarlas para evitar la patología más grave, el golpe de calor, que, para tratarse, precisa hospitalización y, en ocasiones, hasta ingreso en la UCI. Por eso, hay que estar especialmente pendiente de los grupos más vulnerables: los bebés y los mayores.