Las personas mayores reclaman asistencia y formación para superar la brecha digital

El proceso de digitalización de los últimos años, acelerado en el caso de la Administración a raíz de la pandemia, está dejando atrás a una parte considerable de la población de mayor edad, que no es capaz de acceder a servicios esenciales como sacar dinero de un cajero u obtener el certificado COVID, trámites para los que requieren asistencia porque no pueden hacerlos solos. 

Esa brecha digital es un problema muy serio para buena parte de los mayores de 65 años, que en Aragón representan el 21% de la población total. Aquellos que viven en el medio rural enfrentan, además, la imparable reducción de sucursales bancarias. 

De hecho, en España, casi el 70% de los hogares de personas a partir de 65 años no tienen conexión digital. En otros casos sí disponen de teléfono móvil inteligente y ordenador, pero una simple actualización puede convertirse para ellos en una tortura. 

"Cuando me piden la contraseña, pues ahí dudo. O porque no me la sé o porque no sé qué poner. O cuando te piden el teléfono. Entonces digo, ¿qué hago yo? ¿Qué hago yo?, Esas cosas así", confiesa Emilia Panadero, integrante de la Comisión Personas Mayores FABZ.  "O los códigos de confirmación", tercia su vecina Lidia. Ella es su lazarillo cada vez que debe enfrentarse a las nuevas tecnologías. 

Sobre cuestiones como esta pretende llamar la atención el valenciano Carlos San Juan, promotor de la campaña "Soy mayor, no idiota", que propugna una banca "más humana". 

"No se puede pedir cita previa porque están congestionados los teléfonos, hay una aplicación complicadísima y existe un olvido tremendo, porque a la banca todavía no se lo he oído decir, a ningún representante bancario, ni a ningún medio de comunicación, que son un servicio público", denuncia.

Una red de apoyo en las zonas rurales

En las zonas rurales la brecha digital se compensa con las redes de apoyo y el trabajo que hacen ayuntamientos o incluso farmacias.  

"Como, por ejemplo, que se le ha podido apagar un teléfono móvil y y no sabe encenderlo o no sabe el pin, o que se ha cambiado un teléfono y no sabe como instalarlo", comenta Patricia Molina, farmacéutica en la localidad zaragozana de Jaulín. 

Quienes se preocupan por la integración de las personas mayores, abogan por el acompañamiento personal, la formación y una mayor atención en cualquier tipo de trámite. De esta forma se podría equilibrar la balanza y recuperar a nuestros mayores para la sociedad del futuro que ya es presente en muchos casos.