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COSECHA

Las nuevas variedades de cereal, esenciales para mejorar la rentabilidad del campo aragonés

La recuperación de semillas y su adaptación a diferentes entornos podría mejorar la productividad de los cultivos, que este año se han reducido un 28%

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Campos de cereal en Teruel.

Este año se han cosechado en Aragón dos millones de toneladas de cereales, un 28% menos que en 2021. Las heladas tardías y las altas temperaturas de mayo y junio están detrás de la bajada de producción y del menor peso del grano.

Una merma que los agricultores intentan compensar con nuevas variedades. En Aragón, hay 8.000 parcelas donde se experimenta y se estudia la mejora genética ante los desafíos del tiempo y las plagas. Un ejemplo es el del hiero, un tipo de cereal que se cultivaba antiguamente y que ahora vuelve a dar buenos rendimientos en el campo. El guisante o los alberjones son nuevas variedades que ayudan a aumentar la productividad en los campos de cereal.

"Los hieros son un cultivo muy antiguo, que se trabajaba hace 30 o 40 años, pero que por rentabilidad dejó de cultivarse", recuerda Jorge Latorre, técnico de la cooperativa Cereales Teruel.

Recuperada y adaptada esta leguminosa, es una de las variedades que analiza la Red Arax, donde trabajan en los campos de 12 cooperativas aragonesas para encontrar los cultivos idóneos para cada zona climática. "Nos centramos en cultivos que no son tradicionales aquí, en nuestra Comunidad, como pueden ser los cerealistas, o no tan tradicionales y con experiencia en rotación como las habas, el guisante o las bezas", indica el responsable de Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Jesús Abadías. 

Los llamados nuevos cultivos son más resistentes y se adaptan mejor a la falta de agua y a las plagas, tal y como explica Miguel Gutiérrez, desde el área de Cultivos Herbáceos del Centro de Trasferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón: "La nueva introducción de material vegetal en cultivos extensivos en Aragón está proporcionando, por lo menos, entre un 50 y un 60% de esa mejora de la producción".

La conclusión del estudio, después de cuatro años, es que las nuevas variedades son la herramienta idónea para rentabilizar el campo aragonés.