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TURISMO DE NIEVE

Las estaciones de esquí aragonesas se preparan para una temporada marcada por los costes energéticos

Cientos de trabajadores ultiman las revisiones de los telesillas y la señalización de los remontes. En las estaciones afrontan con incertidumbre la subida de las facturas de luz

ALEJANDRO LÓPEZ /
icono foto Operarios de la estación de Astún esta semana revisando las instalaciones.

Las estaciones de esquí de Aragón intensifican los preparativos de sus instalaciones. Puesta a punto de los cañones de nieve, revisión de los telesillas, señalización de los remontes y, por supuesto, labores de limpieza para que disfruten en plenitud los aficionados a la nieve durante los próximos meses. Una labor de mantenimiento que comenzó en abril y a la que se suman estos días cientos de operarios en toda la comunidad. Lo hacen con la aún irresoluble pregunta sobre cuándo harán los copos su acto de presencia y con la incertidumbre que supone la subida de los costes energéticos

En el caso de Formigal, una de las estaciones de referencia en Aragón, trabajan estos días un total de 130 personas. Labores que se hacen más llevaderas, según apuntan, sin la habitual lluvia, e incluso nieve, que les solían acompañar otros años a estas alturas. "Las últimas revisiones a las telesillas, la puesta en marcha del sistema de nieve artificial, que estamos ahora con los últimos preparativos, los últimos detalles para tan pronto como haga frío poder hacer nieve artificial. Y todo lo que es el tema de señalización de remontes, pistas", enumera el responsable de marketing de Aramón Formigal-Panticosa, Jesús Agustín. En el grupo trabajan para superar el registro de afluencia conseguido la temporada pasada. Un listón muy alto ya que superó su media habitual en un 20% y consiguió su mejor cifra histórica.

En en valle de Canfranc son 25 las personas que preparan el centro invernal de Astún. Sumarán la compañía de diez trabajadores más en apenas unos días, el próximo miércoles. Las tareas más importantes, como son el desmontaje de las principales infraestructuras para su revisión, ya están terminadas. Especial mimo en el nuevo telesilla que oferta la estación, en el que ha invertido 600.000 euros. También se han sembrado las pistas para que la nieve aguante más, porque este año están muy pendientes de los costes de la energía. Una de las medidas que han adoptado es fabricar nieve solo por la noche para combatir los sobrecostes que la facturación energética pueda suponer. En palabras de Alejandro Madrid, director de la estación de Astún, producir nieve "tiene un coste altísimo. Estamos muy preocupados con el tema de los costes. Entonces vamos a intentar minimizar, estamos intentando optimizar los consumos".

La incertidumbre también se ha sembrado en Aísa. El año pasado, la factura de la luz de la estación de Candanchú aumentó un 160%. En el recinto trabajan estos días un total de 30 personas. En un par de semanas estará lista para la apertura al público en el puente de la Constitución. Los centros aragoneses tienen la vista puesta en esa primera semana de diciembre pero, si la nieve llega pronto, la temporada podría adelantarse.