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HOSTELERÍA

Las comidas y cenas navideñas vuelven a salir de casa y muchos restaurantes ya están llenos

Las reservas para el 25 de diciembre o el 1 de enero en los establecimientos aragoneses recuperan los niveles de 2019. Diciembre representa para muchos hosteleros hasta el 30% de su facturación anual

A. MORA / C. ADÁN / T. PÉREZ /
Familia celebrando su comida de Año Nuevo.
icono foto Familia celebrando su comida de Año Nuevo.

El final de 2019 fue el de la consolidación de una tendencia para muchos aragoneses, la de celebrar las comidas y cenas de las fiestas navideñas en un restaurante, en lugar de en el propio domicilio. La Navidad de 2022, la primera sin restricciones, ha vuelto a devolver las esperanzas a la hostelería, que, durante los últimos meses, ha visto cómo las solicitudes para conseguir una mesa en la que celebrar comidas o cenas de Navidad recuperan los niveles de 2019 o, incluso, los superan en algunas ocasiones. De hecho, muchos restaurantes ya han colgado el cartel de completo, sobre todo para Navidad, Año Nuevo y Reyes. 

La comodidad, evitar cocinar o, sencillamente, asegurarse de disfrutar de todo el tiempo de los seres queridos, motivaban cada vez a más personas a hacer su reserva para esos días. Una demanda que provocó que aumentara el número de restaurantes que abría sus puertas durante las fiestas. Pero esa tendencia se rompió en 2020 por culpa de la pandemia de coronavirus. Las limitaciones del número de personas que podían juntarse hicieron imposible las celebraciones, y cuando la situación mejoró, el miedo a los contagios o los repuntes confinaron la Navidad al interior de los domicilios. En diciembre del año pasado, por ejemplo, la ola de positivos que se produjo el puente de la Inmaculada hizo que más de la mitad de las reservas se cancelasen

La situación ahora, un año después, es bien distinta. Así lo percibe el presidente de Horeca-Restaurantes Zaragoza, Chema Lasheras, que prevé que durante las celebraciones navideñas muchos restaurantes completen aforo: "Los últimos años no cuentan, pero la tradición sí. Navidad será un lleno absoluto y en Año Nuevo o Reyes también va a haber bastante trabajo". Una tendencia que, añade, se está repitiendo con la compra de entradas para cotillones. Buenas cifras que, sin embargo, espera que no sean una noticia puntual sino la constatación de que los hosteleros han recuperado la normalidad navideña.

Cada establecimiento puede medir esa 'normalidad' en cifras. En el restaurante Marengo de Zaragoza, por ejemplo, han llenado ya sus 120 plazas para los días más importantes, y esperan ir completando el resto de días de las fiestas gracias a comidas y cenas de empresa. Para hacerlo, explican, han mantenido el precio del menú, en torno a unos 30 euros, a pesar de la escalada de precios de los últimos meses.

El último mes del año supone casi el 30% de la facturación anual

Precisamente esa inflación es la que lleva al presidente de la Asociación Provincial Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, a pensar que quizá las buenas cifras en las reservas desaparezcan cuando empiece el nuevo año: "Hemos recuperado los niveles de 2019, pero después de Navidad prevemos un bajón porque la gente notará más el aumento de gastos fijos como la luz y el gas, y eso hará que se queden en casa". A falta de que se confirme o no ese augurio, el cierre de 2022 es casi insuperable, reconoce: "Se están celebrando cenas de empresa desde mitad de noviembre y la semana antes de Navidad está completa, con muchas reservas hasta Reyes. Y son buenas noticias porque el último mes del año supone, para muchos hosteleros, entre un 25% y un 30% de la facturación anual".

Eso sí, después de la oleada de cancelaciones de reservas del año pasado, Murciano prefiere ser prudente en las compras de provisiones, aunque le salgan más caras: "Vamos más al día, otros años se compraba antes, pero por culpa de las restricciones empezabas un jamón y al día siguiente tenías que cerrar. Así que ahora prefiero pagar más por el producto pero asegurarme de que lo voy a gastar". En su caso, el precio del menú navideño ha subido de los 30 a los 35 euros.

El mismo precio ha puesto el restaurante Las Torres de Huesca, aunque solo abrirá sus puertas el 31 de diciembre y únicamente para entregar comida para llevar, la opción que eligen quienes no quieren cocinar, pero prefieren quedarse en casa. "Miedo tenemos de la que se nos avecina por todo el trabajo que vamos a tener", indica su gerente, Rafael Abadía, tras explicar que, entre comidas y cenas, de momento, ya han cerrado 120 menús para recoger en el local, con entrantes, dos platos a elegir y postre.

Él lo tiene claro: "Es una de las mejores navidades en cuanto a reservas desde hace muchos años".

Un optimismo que comparten en el restaurante Portal de Guadalaviar, de Teruel. La comida de Navidad la tienen prácticamente completa, y entre cenas de empresa y reuniones familiares, poco a poco, van completando el resto de días. "Estamos mucho mejor que el año pasado", resume su directora de marketing, Soraya Ibáñez, describiendo una situación que comparte toda la hostelería de Aragón.